Historia
Descubrimientos arqueológicos

Hallazgo fabuloso: acaban de descubrir un pozo romano con restos de frutos secos del siglo II

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

Hay pocas civilizaciones que llamen más la atención de todo el mundo que la de la Antigua Roma. Gracias a su enorme legado, los arqueólogos todavía realizan algún hallazgo que nos deja a todos con la boca abierta.

En esta ocasión, se llevaron una grata sorpresa en las excavaciones de La Bassa Friulana, una región del noreste de Italia. Allí se toparon con un antiguo pozo, pero lo más sorprendente estaba en el interior.

Utilizaron alta tecnología y drones para delimitar el terreno y hallaron todo tipo de herramientas datadas entre el siglo I y III d. C. Sin embargo, lo mejor de todo es que encontraron restos orgánicos, que dan una gran pista sobre cómo era la dieta de la época.

El hallazgo arqueológico para saber qué comían los romanos

Tras un proceso de reconocimiento de la zona, se iniciaron varias excavaciones en la localidad de Ariis. Al frente de la investigación estuvo la Soprintendenza Archeologia, Belle Arti e Paesaggio para el Friuli Venezia Giulia y los resultados fueron incluso mejores de lo esperado.

En la zona han podido estudiar un antiguo asentamiento romano, que tiene como punto central un pozo. Una de las cosas que más ha llamado la atención es su buen estado de conservación.

Entre los hallazgos más destacados están restos de frutos secos como nueces, avellanas y semillas de uva, que ofrecen pistas sobre los alimentos consumidos hace casi 2.000 años. Debido a la humedad en el interior del pozo, se han mantenido en relativo buen estado durante milenios.

Este descubrimiento permite a los expertos profundizar en el conocimiento de la dieta romana, que incluía una amplia variedad de frutos secos, frutas y semillas.

Además, los historiadores creen que no sólo utilizaban el pozo para extraer agua, sino que también funcionaba como depósito.

Por otra parte, también han hallado diversos objetos cerámicos, tejas, vidrios, etc. Esto ha aportado una nueva pista del gran tejido productivo con el que contaban en la Antigua Roma.

La importancia de los frutos secos en la Antigua Roma

Cada cierto tiempo se hacen descubrimientos espectaculares relacionados con la Antigua Roma. Sin embargo, esta no es la primera vez que se encuentran restos de frutos secos.

Alimentos como las nueces o las avellanas eran esenciales en la dieta romana. La clave estaba en su aporte energético y la facilidad de conservación, por lo que se consumían directamente o integrados en otros platos.

Además, este hallazgo da nuevas pistas sobre cómo funcionaban las rutas comerciales de la época. La presencia de estos frutos en un asentamiento como La Bassa Friulana indica la existencia de una red comercial que aseguraba el suministro constante de estos alimentos, incluso en zonas alejadas de los grandes centros urbanos.