Historia antigua

Descubrimiento insólito: una taza de 2.200 años desvela el contenido de una bebida alucinógena de los egipcios

Bebida alucinógena, Taza de Bes, Antiguo Egipto,
Taza de Bes de 2.000 años de antigüedad. Foto: Cassidy Delamarter.

Un hallazgo arqueológico reciente brindó nuevas pistas sobre las prácticas rituales del Antiguo Egipto. El análisis químico de una taza decorada con la figura de Bes, una deidad egipcia, tomó por sorpresa a todos al develar que podría haber contenido una bebida alucinógena. Esta se habría usado en ceremonias religiosas o mágicas.

Desde entonces, dichos resultados fueron publicados en la prestigiosa revista Scientific Reports y marcan un avance significativo en la interpretación de objetos arqueológicos relacionados con el misticismo y la espiritualidad de esta antigua civilización.

¿Los egipcios tomaban una bebida alucinógena?

El análisis de los residuos químicos en la taza de Bes, actualmente exhibida en el Museo de Arte de Tampa, fue clave para identificar los componentes de una bebida compleja. La mezcla incluye alcohol, agentes aromatizantes, fluidos corporales humanos y plantas con propiedades psicotrópicas.

Estas sustancias refuerzan la hipótesis de que las tazas de Bes no eran simples objetos cotidianos, sino elementos utilizados en rituales mágicos y religiosos.

Sustancias identificadas en el análisis, con más detalle:

  • Base alcohólica: se detectaron restos de levaduras, lo que indica la presencia de cerveza o vino.
  • Agentes aromatizantes: ingredientes como miel, semillas de sésamo, regaliz y uvas.
  • Fluidos corporales: posiblemente sangre, leche materna y mucosidad (nasal, vaginal o salival).
  • Plantas psicotrópicas: nenúfar azul egipcio, ruda siria y especies de Cleome, conocidas por sus propiedades medicinales y alucinógenas.

Estos compuestos habrían inducido estados alterados de conciencia, visiones y una percepción elevada, elementos que encajan con las descripciones de rituales egipcios asociados a Bes.

¿Qué simbolizaban las tazas de Bes?

Las tazas decoradas con la figura de Bes se producían en Egipto durante periodos extendidos, pero su uso sigue envuelto en misterio. Bes era una deidad venerada por su asociación con la fertilidad, la protección y la purificación.

En este contexto, las tazas con su imagen podrían haber sido empleadas para ceremonias relacionadas con el embarazo, la curación o la magia.

El autor principal del estudio, Davide Tanasi, sugiere que estos objetos eran utilizados por personas específicas que participaban en rituales dedicados a Bes. Tras las ceremonias, las tazas probablemente se conservaban como recordatorio de los eventos mágicos realizados.

Este nuevo estudio también relaciona las sustancias halladas en la taza con los mitos egipcios y las prácticas religiosas, especialmente aquellas que implicaban un contacto con el mundo espiritual a través de experiencias visionarias.

¿Qué ocurrirá con la taza Bes encontrada? 

La taza de Bes analizada forma parte de un conjunto limitado de artefactos similares, hallados en distintos contextos arqueológicos. Según los investigadores, esto dificulta la formulación de teorías definitivas sobre su uso.

El equipo científico planea realizar estudios en otros recipientes similares para determinar si estas tazas contenían recetas estándar o si su contenido variaba según el propósito del ritual. Este tipo de análisis podría proporcionar una visión más clara sobre el papel de estas bebidas alucinógenas en la cultura egipcia.

¿Cómo podría haber funcionado esta bebida alucinógena en los rituales egipcios?

El estudio también confirma la existencia de rituales mágicos en los que se empleaban plantas con propiedades alucinógenas. El nenúfar azul egipcio, por ejemplo, era comúnmente utilizado en ceremonias y se ha relacionado con festivales de embriaguez. Estos eventos estaban vinculados a la diosa Hathor, asociada con la fertilidad y las inundaciones del Nilo.

La ruda siria y las especies de Cleome, por su parte, son conocidas por sus efectos embriagadores y medicinales. Según los investigadores, estas plantas no solo alteraban la percepción, sino que también podrían haber servido para inducir estados de trance en los participantes del ritual.

Así, este descubrimiento subraya la complejidad de las prácticas religiosas en el Egipto grecorromano. Según los investigadores, estas sustancias habrían tenido un propósito tanto medicinal como espiritual, ayudando a las personas en momentos críticos como el embarazo o el parto.

En palabras de Branko van Oppen, coautor del estudio: «Este hallazgo nos permite conectar los mitos egipcios con pruebas científicas, arrojando luz sobre los rituales poco documentados realizados en las cámaras Bes de Saqqara».

A modo de conclusión, hay que remarcar que los análisis químicos y de ADN fueron importantes para reconstruir una receta ritual de hace más de 2.000 años. Este tipo de avances refuerza la importancia de las técnicas interdisciplinarias para desentrañar el significado de los artefactos arqueológicos. Sólo así, podremos saber cada vez más de la cultura egipcia.

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