Descubre la invención del chocolate

• Francisco María
• Colaboro en diferentes medios y diarios digitales, blogs temáticos, desarrollo de páginas Web, redacción de guías y manuales didácticos, textos promocionales, campañas publicitarias y de marketing, artículos de opinión, relatos y guiones, y proyectos empresariales de todo tipo que requieran de textos con un contenido de calidad, bien documentado y revisado, así como a la curación y depuración de textos. Estoy en permanente crecimiento personal y profesional, y abierto a nuevas colaboraciones.
• • 11/11/2024 11:30
  • Actualizado: 11/11/2024 11:30

Desde hace más de cuatro mil años, culturas de todas las épocas han disfrutado del chocolate, desde los aztecas hasta los antiguos mesoamericanos. Sin embargo, en aquella época el chocolate no se consumía como en la actualidad, sino que se tomaba usualmente en forma de bebida y aderezado con especias. La historia e invención del chocolate se remonta a la época de los mesoamericanos, el primer pueblo indígena en cultivar árboles de cacao.

¿Cuál es el origen del chocolate?

El chocolate procede de los granos del árbol del cacao, originario de las selvas tropicales de Latinoamérica. Las grandes vainas que nacen de este árbol contienen una pulpa blanca dulce con unos 30 – 50 granos de cacao. Los granos se fermentan, se secan y tuestan para crear el sabor y la textura del cacao.

El origen botánico del árbol de cacao se encuentra en la cuenca del Amazonas, en Sudamérica. De acuerdo a investigaciones recientes, los primeros registros del cultivo de cacao se remontan a hace más de 4.000 años en lo que hoy es Ecuador, Perú y Colombia. Sin embargo, la evidencia más antigua del uso del cacao pertenece a las culturas de Honduras, Guatemala y de México, donde se hallaron vestigios de bebidas de chocolate que datan de 1900 a. C.

Según una antigua tradición oral, la cuna del cacao se sitúa concretamente en México, donde el dios azteca Quetzalcóatl regaló el árbol del cacao a los hombres. De hecho, la cultura de los olmecas fueron los primeros en saborear, en forma de bebida, los granos de cacao molidos después de mezclarlos con agua y especias.

La invención del chocolate

Los historiadores creen que el chocolate fue descubierto de forma accidental, cuando indígenas de Centroamérica que producían cerveza con la pulpa de las vainas de cacao, aprendieron a aprovechar las semillas que se desechaban en el proceso.

Cerca de 300 años más tarde, los pueblos indígenas mesoamericanos comenzaron a utilizar las semillas fermentadas que eran desechadas para elaborar una bebida que, a pesar de su amargo sabor, era muy apreciada, según John Henderson, antropólogo de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York. La bebida a base cacao se servía en jarros de cerámica que espumaban la bebida en las tazas, y se ofrecía para celebrar ocasiones especiales como matrimonios y nacimientos.

Los aztecas también utilizaban los granos de cacao para preparar una bebida espesa y amarga llamada xocoatl, de donde se deriva la palabra chocolate. El xocoatl se servía frío y con frecuencia se aromatizaba con especias, miel y flores. Los aztecas creían que beber xocoatl aportaba fuerza y sabiduría, pues le atribuían propiedades espirituales y medicinales.

Tal era la importancia del chocolate para los aztecas y los mayas, que incluso llegó a utilizarse como moneda de cambio para comprar servicios y materiales. También solía utilizarse como ofrenda a los dioses.

La introducción del cacao en Europa

Los exploradores españoles fueron los encargados en introducir la bebida de chocolate a Europa. Cuenta la historia que cuando el explorador español Hernán Cortés desembarcó en la costa de México en 1519, los aztecas creyeron que se trataba de la reencarnación del dios Quetzalcóatl y le agasajaron ofreciéndole «tchocolatl». Fue así como Cortés descubrió el chocolate y llevó los primeros granos de cacao a España, los cuales se extendieron paulatinamente por toda Europa.

A partir del año 1520, los españoles empezaron a añadir azúcar y especias a la bebida para endulzarla y hacerla más apetecible. Fue entonces cuando empezó a utilizarse el chocolate como postre, sirviéndose principalmente en forma de bebida en la corte del rey Felipe IV.

La bebida de chocolate, ahora ya endulzada y caliente, se servía con un utensilio llamado molinillo. El molinillo se utilizaba para remover la bebida y crear un efecto espumoso.

Los médicos y boticarios de la época utilizaron el chocolate como bebida medicinal, pues se creía que la misma tenía propiedades medicinales y mejoraba la salud. En general, se utilizaba para mitigar la fatiga, los problemas estomacales y la depresión. A medida que se extendía su popularidad, el chocolate empezó a utilizarse entre la corte y las clases altas europeas.

Siglos XVIII y XIX

A lo largo del siglo XVIII, el chocolate evolucionó aún más con la invención de nuevas técnicas de procesamiento. En 1828, el químico holandés Coenraad Johannes van Houten desarrolló un método para extraer la grasa del grano de cacao, creando polvo de cacao. Este avance permitió la producción de una bebida de chocolate mucho más suave y accesible. Posteriormente, en 1847, la empresa británica Fry & Sons creó la primera tableta de chocolate comestible al mezclar este polvo con manteca de cacao y azúcar.

El siglo XIX fue testigo de la expansión de la industria del chocolate, con marcas icónicas como Cadbury, Lindt y Nestlé que comenzaron a establecerse y a innovar en la producción de chocolates. La combinación de la industrialización, el desarrollo de nuevas tecnologías y el aumento de la demanda de productos de chocolate llevaron a la creación de una variedad infinita de dulces, tabletas y bombones que hoy en día disfrutamos.

Hoy en día, el chocolate es más que una simple golosina; es un símbolo de celebración, amor y bienestar. Desde el chocolate negro, rico en antioxidantes, hasta el chocolate con leche y las creativas variedades de chocolate blanco, este manjar sigue evolucionando, adaptándose a los gustos y preferencias de las personas en todo el mundo.

Lecturas recomendadas

Origen y virtudes del chocolate

El cacao, de la ciencia a la mesa