Historia
Historia de España

Los desafortunados acontecimientos que llevaron a Felipe III a ser rey de España

La historia de Felipe III es curiosa desde el día de su nacimiento hasta su propia muerte. El monarca español era el tercero en la línea sucesoria, y consiguió ser rey de España después de la muerte prematura de sus dos hermanos mayores. Después fue rey de España hasta 1598 muriendo por unas fiebres causadas por una infección bacteriana en la dermis.

Fue conocido como «el piadoso» y llegó a ser rey de España y Portugal, anexionarse algunos lugares del norte de África e Italia, y vivió un esplendor cultural bastante importante. El primero de los Austrias Menores, vivió en primera persona el desarrollo del Siglo de Oro en España, con Sevilla, Madrid y el Puerto de Índias como ciudades prosperas del reino.

Una salud delicada

La llegada de Felipe III al poder del reino no se puede entender sin la azarosa vida amorosa de su padre, Felipe II. El rey se casó con cuatro esposas, después de intentar tener descendencia masculina con las tres primeras, solo su sobrina, Ana de Austria, le dio cuatro varones y una hija, con la que asegurar la descendencia del reino.

Felipe II había tenido como gran amor de su vida a Isabel de Valois, con la que tuvo cinco hijas, y que le costó la vida a la reina con tan solo 22 años. Muchos dicen que a Felipe II solo se le vio llorar una vez, fue en el entierro de su esposa Isabel.

Con solo mujeres como descendientes, con más de 40 años, y la muerte de su hijo Carlos en 1568, tuvo que volver a casarse para buscar un varón que pudiera coger las riendas del país a su muerte.

Con Ana de Austria tuvo cuatro varones y una niña, pero todos acabaron muriendo prematuramente salvo Felipe. El delicado estado de salud de todos ellos ha sido siempre comentado por los historiadores como algo insólito dentro de las monarquías europeas.

Tres herederos antes que Felipe

Cuando nació Felipe el 14 de abril de 1578, tenía por delante suya en la línea sucesoria a dos de sus hermanos, Fernando y Diego Félix. Antes, en 1575, ya había muerto uno de ellos, Carlos Lorenzo, sin haber llegado a los dos años de edad y fue enterrado en el Escorial.

Meses después, en octubre, cuando Felipe contaba con dos meses de edad, su hermano mayor, Fernando, primero en la línea de sucesión al trono, murió con seis años de edad por disentería, un trastorno alimenticio que le provocaba diarrea, mocos y malestar general.

Esta muerte dejó a Felipe como segundo descendiente de la familia real, por detrás de su hermano Diego Félix. El destino de nuevo se cebó contra Felipe II y su esposa Ana de Austria, y el 21 de noviembre de 1582, Diego Félix fallecía por difteria, cuando solo contaba con siete años de edad.

Con esta desafortunada carambola del destino, la sucesión quedó en manos de Felipe, último hijo varón vivo de la familia, ya que su hermana pequeña, María, no podía acceder al trono. Además, para más desgracia de la familia real, María también acabaría falleciendo un año después de la muerte de Diego, y con tan solo 3 años de edad.

Felipe III, un rey entre algodones

Después de tanta desgracia dentro de la familia, el 13 de septiembre de 1598, fue nombrado Rey de España y de Portugal como Felipe III, y tuvo que hacerse cargo del país que su padre le había procurado. Siempre se habló de la delicada salud del monarca, además de sus problemas con el juego.

Su muerte también estuvo marcada por una infección de la dermis que le vino en 1621, pero se aseguró de dejar descendencia para el país con 8 hijos, con el futuro Felipe IV entre ellos.