Los castillos templarios en España: guardianes de la historia
Los castillos templarios en España son más que simples estructuras de piedra; son testigos silenciosos de una época de fervor religioso, conquistas y batallas.
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El castillo más impresionante de España
La historia de los templarios, los legendarios guerreros cristianos de la Orden del Temple, está repleta de leyendas, batallas, personajes y paisajes singulares. Pese con el paso de siglos, aún permanece vivo su legado en cada uno de los lugares de la península en los que los templarios se aposentaron, siendo una prueba de ellos los castillos templarios en España.
De hecho, existe un mosaico de lugares que han sido catalogados como “templarios” por la tradición popular, los historiadores y autores literarios que se han inspirado en ellos para escribir libros, novelas y crear películas…
Características arquitectónicas
Los castillos templarios en España se caracterizan por su sólida construcción, diseñada para resistir asedios y ataques. Muchos de ellos presentan elementos típicos de la arquitectura románica y gótica, como muros gruesos, torres almenadas y grandes puertas de entrada. Algunos de los más destacados son el Castillo de Ponferrada en León, que se erige como uno de los mejores ejemplos de la arquitectura templaria, y el Castillo de Alcañiz en Teruel, cuya impresionante estructura refleja la maestría de los ingenieros de la época.
Los castillos templarios más asombrosos en España
Castillo de Monzón (Huesca)
Los caballeros de la Orden del Temple tenían un notable interés por el control y explotación de los caminos y calzadas, por eso gran parte de ellos se aposentaron en el castillo de Monzón, en Huesca. La misma era la ciudadela más importante del reino de Aragón y el castillo, que se situaba sobre un risco, guardaba la calzada romana que unía Osca (Huesca) e Ilerda (Lérida).
Monzón era un lugar intermedio entre los condados catalanes y aragoneses, y el principal acceso a Barcelona desde Zaragoza, Navarra y Castilla. De ahí, su relevancia para los guerreros templarios. La fortaleza alberga un centro de interpretación dedicado al Temple, lo cual permite a los visitantes adentrarse en la historia de la orden.
El Castillo de Jerez de los Caballeros (al sur de Badajoz)
El castillo de Jerez de los Caballeros, ubicado en el pueblo de la provincia de Badajoz, alberga, es sin lugar a dudas, uno de los castillos templarios más asombrosos. De acuerdo con las crónicas medievales, la Orden del Temple adquirió la fortaleza en el siglo XIII, cuando el rey Alfonso IX logró vencer a los musulmanes y reconquistar esta zona de Extremadura.
El control de Extremadura y La Mancha, tierras en donde los templarios encabezaron el avance cristiano, se decidía mediante el control de fortalezas como Jerez de los Caballeros.
Este castillo templario se encuentra muy bien conservado y la torre del homenaje, tan imponente como entonces, se puede observar desde las calles del pueblo.
Castillo de Ponferrada (León)
En el interior del castillo templario de Ponferrada se puede casi palpar el espíritu de la Orden del Temple. El foso, almenas y torreones de esta fortaleza situada a orillas del río Sil trasladan a cada uno de sus visitantes a las guerras templarias de la Edad Media. De ahí la magia de este fantástico lugar.
A los pies de este castillo circulaba la vía XIX, una importante calzada romana que enlazaba Astorga con Braga a través de Lugo, Iria Flavia y Tuy. Por Ponferrada pasaban casi la mitad de los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela, y la Orden del Temple realizaba el cobro de pontazgos e impuestos sobre el tránsito de mercancías gracias al castillo.
Castillo de Tortosa
Los caballeros del Temple no sólo estaban interesados en controlar los caminos, sino también en las rutas marítimas y fluviales, ya que el control de los puertos garantizaba las comunicaciones con el resto de sus posesiones en Europa. El castillo templario de Tortosa es una prueba de ello, ya que fue utilizado para controlar el tráfico fluvial a través del Bajo Ebro desde su entrega por Jaime I.
Los visitantes que se hospedan en el Parador Nacional de Turismo de Tortosa podrán disfrutar de unas espectaculares vistas panorámicas sobre el río Ebro.
Castillo de Peñíscola (Playa del Norte de Peñíscola)
El castillo de Peñíscola es otro ejemplo perfecto del interés que tenían los templarios por el control del mar. Esta fortaleza, que se adentra en el mar Mediterráneo, perteneció a los templarios desde 1233, una época en el que la Orden del temple estaba en busca de posesiones en España después de haber sido expulsados de Jerusalén. Por eso, es considerada uno de los principales baluartes españoles de origen templario.
Peñíscola adquirió una mayor importancia tras la caída de San Juan de Acre en 1291, convirtiéndose en la principal plaza templaria en el Mediterráneo Occidental.
El legado de los templarios
A pesar de la disolución de la Orden del Temple en el siglo XIV, su legado perdura en la cultura y la historia de España. Muchos de los castillos templarios han sido restaurados y se han convertido en atractivos turísticos que permiten a los visitantes explorar la rica historia medieval del país. Además, su influencia se puede ver en la arquitectura de otras construcciones y en la cultura popular, donde los templarios han sido tema de innumerables leyendas y relatos.
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