Historia
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40 años del atentado al papa Juan Pablo II

El 13 de mayo de 1981, Mehmet Ali Agca, un ciudadano de origen turco, cometía un atentado contra el papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro del Vaticano. El máximo responsable de la iglesia tuvo que ser hospitalizado de inmediato porque dos balas habían impactado contra su cuerpo y perdió mucha sangre.

A pesar de que el atentado fue visto por cientos de miles de personas que se encontraban en la Plaza de San Pedro, son muchos los interrogantes que todavía tiene el caso, que pudo costarle la vida al papa Woityla. 

Un atentado preparado

Según consta en los archivos del caso, Mehmet Ali, conocido como Alí Agca, preparó el atentado desde mucho tiempo antes. Según este, era una operación que estaba liderada por un militar ruso, Zilo Vassilev, con la que pretendía eliminar al papa Juan Pablo II.

Desde agosto de 1980, Agca estuvo viajando por toda Europa, cambiando de identidad y pasaporte en varias ocasiones. Se desconoce con quien pudo tener contacto durante estos meses, pero se sabe que entró en Roma el 10 de mayo de 1981, tres días antes de cometer el atentado.

La idea era disparar contra el papa con la ayuda de Oral Celik, un pistolero reconocido dentro del mundo criminal de Europa del Este, y acabar huyendo hasta la embajada de Bulgaria a través del caos que se provocaría en la ciudad después de los disparos.

El atentado

Cuando el papa Juan Pablo II comienza a atravesar la multitud de más de 200.000 personas que se concentraban en la Plaza de San Pedro, varios disparos se hacen notar y el papa se desploma en su descapotable.

Por aquél entonces el papa móvil no llevaba las mamparas blindadas que se instalaron posteriormente, por lo que el papa era un blanco relativamente fácil para cualquier terrorista con un mínimo de experiencia.

Rápidamente, el caos se apoderó de la plaza y los servicios de policía detuvieron a uno de los responsables, el turco Alí Agca. Su compañero, Oral Celik, pudo huir y sería detenido años más tarde por tráfico de drogas y deportado a Italia.

Hubo minutos de incertidumbre, muchos medios del mundo incluso apuntaron a la muerte del papa hasta que se supo que estaba hospitalizado. Con 60 años, el primer papa eslavo de la historia, se sometió a seis horas de intervención quirúrgica y , finalmente, salía ileso de atentado sin ningún órgano vital afectado.

Semanas después, el 3 de junio, Juan Pablo II volvía a asomarse al balcón papal, y dos años después visitó a Ali en la cárcel para expiar sus pecados para siempre.

El turco fue liberado después de 30 años de cárcel en el año 2010.