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Rocío Carrasco recibe este mensaje tan duro de José Ortega Cano: “Ya no la quiero”

Rocío Carrasco y las duras declaraciones sobre ella que ha realizado José Ortega Cano

José Ortega Cano entró en directo este fin de semana en ‘Viva la vida’, para hablar sobre el libro que la periodista andaluza Marina Bernal presentará el próximo 22 de enero sobre Rocío Jurado. Un libro titulado ‘Canta Rocío, canta’, en el que homenajeará a la artista, con textos de personas tan conocidas y queridas por la más grande como Ortega Cano, Gloria Mohedano, Amador Mohedano, Isabel Gemio o Carlos Herrera, entre otros.  De la que no hay ni rastro en el libro es de su hija Rocío Carrasco, y de eso mismo ha hablado el torero durante su intervención en el programa de Emma García.

En la conversación telefónica con el programa, José Ortega Cano no ha tenido reparos en reconocer que Rocío Jurado sigue y seguirá siempre presente en su vida, de tal manera, que hasta su hijo pequeño es consciente de quien fue la artista en la vida de su padre, y según palabras del diestro, “para él es la tía Rocío”.

Como no podía ser de otra manera, Emma García y el resto de colaboradores se interesaron por la relación de José Ortega Cano con Rocío Carrasco y sobre los problemas de salud de ella, sin embargo, el torero desveló que en estos momentos ya no siente ningún cariño hacía ella, a pesar de haber convivido muchos años juntos.

“Ya no quiero a Rocío Carrasco. Tampoco la odio pero no existe ese cariño y la relación que hubo en sus tiempos” expresó el diestro con una notable nostalgia en sus palabras.

José Ortega Cano quiso dejar muy claro que a pesar de su inexistente relación, no siente ningún rencor hacía Rocío Carrasco, a pesar de que tras la muerte de Rocío Jurado intentaron tener un acercamiento que ella rechazó:

“No tengo nada en contra de ella. Le deseo lo mejor. El acercamiento lo ha habido. Por mi parte y la de Gloria y Amador Mohedano, pero ella no quiere saber nada de esta familia, esa es la pura realidad» concluyó su intervención haciendo gala una vez más de su prudencia y educación, sin querer meterse en berenjenales con la mujer que en su día fue como su hija.