Rocío Carrasco: La lista de lesiones que sufrió tras la paliza de su hija
Lo cuenta en el noveno capítulo de su docuserie
El noveno capítulo de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’, dejó el brutal testimonio de Rocío Carrasco tras la paliza que le propinó su propia hija. Durante el capítulo relata la lista de lesiones que le dejaron los golpes de Rocío Flores y que alarmaron a los médicos que le atendieron.
La semana pasa, el capítulo ocho finalizaba sabiendo que la hija de Rocío Jurado terminó en el suelo e inconsciente tras la lluvia de golpes que le llovían. En este nuevo episodio, desvela que mientras era agredida también había un teléfono móvil en plena llamada.
«Rocío, cariño, para por favor», era la súplica de la agredida. Pero, lejos de hacerlo, la hija de Antonio David Flores continuaba y le gritaba «no me pegues, que no pegues», una frase que no tenía sentido, ya que la decía la propia agresora.
El detalle del teléfono deja abierta la puerta a que se intentase utilizar como prueba en un posible juicio contra Carrasco para quitarle la custodia de sus hijos. Con el paso de los años, sabemos que desde aquel fatídico día de julio de 2012 madre e hija no se volverían a ver.
Tras esperar a que Paco, el chofer de la familia regresase de llevar a su hija al colegio, Rocío acudía al hospital llena de golpes y todavía aturdida por la paliza. Ante la gravedad de los mismos, los médicos le dejaron claro que deberían informar a las autoridades.
Ella, por su mucho que suplicó, no pudo evitarlo, lo que provocó que la fiscalía actuase de oficio ante la agresión. La protagonista de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’, tomó la decisión en aquel momento de que su hija «no podía volver a casa».
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Como consecuencia de la agresión, Rocío Carrasco sufrió «policontusiones con equimosis en la región frontal derecha, con edema en ambas muñecas, en muslo derecho, en el antepié derecho y un hematoma en el dedo del pie derecho», según la sentencia.
A pesar de que Carrasco intentó marcharse lo antes posible del centro médico, el doctor que le atendía se lo impidió debido a que sufría un traumatismo craneoencefálico y que debía estar al menos unas horas en observación.
«Yo me quería ir a mi casa, yo no quería que nadie me viera», dice Rocío en la docuserie. Un brutal testimonio que echa más leña al enfrentamiento entre madre e hija, que no se ven desde el año 2012.
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