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Pablo López se sincera y confiesa el trastorno que padece: «Empiezo a temblar»

El malagueño se ha sincerado al respecto

  • Andrea Martín
  • Estudiante de periodismo en prácticas por la Universidad Rey Juan Carlos. Anteriormente redactora en El Generacional.

En la noche del pasado lunes 8 de abril, Pablo López acudió al programa de Cuatro, Martínez y Hermanos. Allí el cantante contó una gran retahíla de anécdotas que sorprendieron al público y que hicieron que sus fans le conocieran un poco más. Y es que Dani Martínez, el presentador del programa logró que el artista le contara algunas anécdotas y confesiones.

Entre las confesiones que el malagueño le hizo al entrevistador, había una que sorprendió en especial al público y a los seguidores del cantante de El Patio. Y es que el artista confesó que padece «hipocondría empática», que el ha explicado diciendo que cuando alguien le cuenta algún diagnóstico o dolor que padece, el cantante lo siente en sus propias carnes también. «Empiezo a temblar. Incluso a veces lo siento en órganos del cuerpo que no tengo».

También ha contado anécdotas como su partido de tenis con Rafa Nadal, en el que se sintió muy avergonzado por sus dotes en el deporte. Y es que en una ocasión en la que tuvo la oportunidad de jugar al tenis con el jugador profesional, aunque intentara poner en práctica todos sus conocimientos del deporte de raqueta, aunque no pudo lucirse mucho y el deportista le dijo que se hicieran una foto y «para casa», dijo el cantante entre risas: «Aún no lo he superado. Sudo cuando me acuerdo».

El cantante contó numerosas anécdotas, entre ellas, la vez que se negó a conocer a un ídolo de su infancia por vergüenza. Se trataba, nada más y nada menos, que de Emilio Aragón. Y es que el artista contó que sentía una gran pasión por el actor, hasta el punto en el que iba disfrazado de él al colegio: «Eso no era Carnaval. Era un jueves por la tarde después del colegio». Por su gran admiración, sus padres le llevaron a ver una obra de teatro de él, pero, llegado el momento, se negó a conocerlo por la vergüenza que sentía.