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Todo lo que no sabes de Jorge Marrón, el colaborador de ‘El Hormiguero’

Descubrimos la vida privada del mítico colaborador de Pablo Motos, que mantiene un perfil bajo y trata de guardar su intimidad de los focos y de la prensa del corazón

  • Nacho Molina
  • Periodista especializado en información de corazón y televisión. Me paso la vida hablando de la vida de los demás. Antes en La Vanguardia.

Jorge Marrón, conocido como Marron, es uno de los colaboradores míticos de ‘El Hormiguero’. El madrileño es uno de los personajes más conocidos del programa que presenta Pablo Motos. Hoy sacamos a la luz alguno de los secretos de su vida personal.

Nacido en el madrileño barrio de Caranchel, lleva junto a Pablo Motos desde hace años, antes incluso de que llegase a la televisión. Comenzó como miembro del equipo de No somos nadie, el espacio matinal de M80 Radio con el que marcaron una época.

Marron es uno de los colaboradores históricos de ‘El Hormiguero’

Junto a él llegarían Juan y Damián, dos amigos de su barrio a los que recomendó a su jefe por ser «las personas más graciosas del mundo». Aunque para muchos pueden ser los menos conocidos del programa, lo cierto es que son las personas que se esconden bajo Trancas y Barrancas.

Aunque era un personaje muy importante de El Hormiguero, fue en 2010 cuando se tuvo que encargar de cubrir la baja de Flipy, siendo uno de los fijos cada noche.

Marron comenzó con Pablo Motos en su etapa en la radio

Lejos de El Hormiguero, Marron ha emprendido varios proyectos artísticos junto a sus compañeros de programa. Junto a Juan y Damián forman la empresa Tres calaveras huecas, con la que crean sus espectáculos y diferentes negocios.

y  El más famoso, hasta el momento es el grupo El hombre linterna, con el que versionaban las canciones más famosas de series, programas y películas de los años 80 y 90. Consiguieron darle un toque rockero a El príncipe de Bel – Air  y Campeones, entre otros.

Pero ahí no acabaron sus proyectos, ya que también probaron suerte en el mundo de la hostelería con «un restaurante con la calidad del Bulli a precio de McDonald’s». Los que comieron allí comprobaron que era cierto, pero tuvieron que cerrarlo antes de arruinarse por culpa de la baja rentabilidad.

Otro intento de Marron y sus amigos de triunfar como empresarios fue con una tienda de vapeadores. Aunque la abrieron en plena moda de este tipo de dispositivos, lo cierto es que decidieron cerrarla por las pocas ventas, a pesar de que se esforzaron en promocionarla en redes sociales.

La novia de Marron