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Televisión

Goyo Jiménez comparte en ‘El Hormiguero’ una inesperada anécdota con King África

Le ayudó con su nuevo espectáculo

  • Nacho Molina
  • Periodista especializado en información de corazón y televisión. Me paso la vida hablando de la vida de los demás. Antes en La Vanguardia.

El Hormiguero ha arrancado su semana de invitados con Goyo Jiménez, un gran amigo del programa y uno de los colaboradores con los que Pablo Motos alcanzó el éxito en el pasado. El humorista acudió para hablar de su nuevo espectáculo, titulado Misery Class.

En esta nueva obra quiere hablar del conocido como postureo de las redes sociales que hay entorno a los viajes donde solo se muestra lo mejor en las redes sociales. Según el invitado, las redes sociales tienen la culpa de que muchos presuman de acudir a destinos solo para presumir ante el resto de que ellos sí están y los que lo ven no.

Detrás de todo lo bueno de esos viajes se esconden algunos comportamientos miserables como vaciar el minibar para llenarlo de comida supermercado. Pero no es el único comportamiento del que se reirá, ya que también critica que las compañías obliguen a los pasajeros a vaciar las maletas y que la gente se ponga capas y capas de ropa para poder entrar con equipaje de mano. «Si el avión va a pesar lo mismo, no tiene sentido», comentaba.

Sobre los viajes, explicó que hay una especie de competición de «a ver quién estafa a quién». El ejemplo que puso volvió al tema de las maletas y al precio de los billetes: «Si te paras a pensar que pagas 30€ por ir a Dublín y 60€ por la maleta, yo me pregunto dónde va la maleta, ¿en primera?».

Como es de imaginar por todo lo que ha contado en el programa, el manchego no tiene una gran opinión de las redes sociales: «Soy de Albacete, que tiene la mejor feria del mundo, y un año regalaban megáfonos, así que todo el mundo iba con su megáfono ampliando su tontería. Pues las redes sociales son un poco eso, darle megáfonos a todos, pero a los tontos también, que se oyen, se encuentran y se coordinan entre ellos».

Su manera de ‘estafar’ a los feligreses de una iglesia

Goyo Jiménez tuvo que tirar de ingenio una vez que se quedó sin dinero en Santiago de Compostela por habérselo gastado todo de fiesta. Para sobrevivir pensó en un plan para conseguir dinero de forma fácil y sin demasiado esfuerzo en una iglesia y gracias a la gente que acudía a ella.

«Pensamos que arrojando monedas a una pila bautismal y haciendo la señal de la cruz, la gente lo iba a hacer. Y efectivamente, lo hicimos tres amigos y la gente se puso detrás a arrojar monedas, así que estuvimos toda la mañana echando monedas hasta que recogimos un montón de monedas y nos fuimos a almorzar», ha contado ante la risa de todo el plató.