Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Escribo sobre la actualidad televisiva y musical. Además, me gusta investigar y hablar sobre todo lo relacionado con las ficciones del momento, tanto de la pequeña como gran pantalla.
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El verano del 2024 está a la vuelta de la esquina y cada vez son más los solteros que se unen a First Dates. El popular show de citas a ciegas de Cuatro se ha convertido en la nueva vía de muchos participantes para encontrar el amor, aunque no siempre salga bien.
De esta manera, los espectadores del programa tuvieron la oportunidad de conocer a Andrea, una mujer que se define como una persona muy abierta, «natural» y «divertida». Es una gran amante de los animales, de hecho, tiene un perro, un gato y hasta una gallina. Pero, lo que jamás vio venir Carlos Sobera fueron las declaraciones de la participante.
Andrea explicó que tiene «un gallo transexual». Pues, aunque es un gallo, su comportamiento era de gallina. «No cantaba, no montaba a las gallinas», explicó. Pero, eso no fue lo único que dejó al comunicador sin palabras. La soltera fue sincera y le explicó que quería a alguien parecido a ella y atractivo porque «para que entre por otro sitio, te tiene que entrar primero por el ojo».
Fue entonces cuando llegó Jaime, un Dj y comerciante al que le apasiona tocar en las verbenas de pueblo. Tras un primer encuentro, la pareja de solteros se trasladó hasta la mesa para poder conocerse mejor. De esta manera, ambos se dieron cuenta rápidamente que tenían un sentido del humor muy similar.
Eso sí, lo que le impactó un poco al soltero fue el número de animales que tenía su cita en casa. «Me gustan mucho los animales, pero suena a zoológico», señaló. A ello hubo que sumar la edad de Andrea, 58 años, pues le pareció muy mayor para él y prefiere a mujeres más jóvenes.
Andrea y Jaime en ‘First Dates’. (Mediaset)
Andrea en First Dates: «Cierra los ojos y deja que tu pareja te dé un beso en la almeja»
Una serie de inconvenientes y discrepancias que no impidieron que continuarán riéndose casi con cada comentario. Posteriormente, la pareja de participantes pasó al reservado del local para tener un poco más de intimidad. Allí, Andrea leyó la tarjeta con el reto propuesto por el equipo del programa. «Cierra los ojos y deja que tu pareja te dé un beso en la almeja», dijo la soltera tras cambiar la parte final.
Como era de esperar, la cara de desconcierto de Jaime lo decía todo. Debido a ello, la comensal le aclaró que era una broma y que, en realidad, ponía que lo diese «en la zona de tu cuerpo que más te guste». Ante ello, la soltera confesó que necesitaría bastantes copas para dar ese paso, algo con lo que coincidió Jaime.
Al concluir la velada, el soltero le explicó que necesitaba «algo más» para tener una segunda cita. Un rechazo que Andrea aceptó porque pensaba lo mismo. Por ello, ambos solteros apostaron por dejarlo en una amistad y cerrarle la puerta a una relación futura.
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