Elsa Pataky y la cara oculta de su vida idílica

En las redes sociales se muestra la realidad que cada uno quiere, y en muchos casos, suele ser una realidad bastante relativa. De hecho, en los últimos años debido a la llegada de los llamados ‘influencers’, los usuarios de plataformas como Instagram, se esfuerzan en mostrar la perfección de sus vidas. Pero la perfección no existe, ni siquiera en vidas tan aparentemente idílicas como la de la actriz española Elsa Pataky.

La actriz se mudó a Australia hace unos años tras casarse con el actor Chris Hemsworth. Ambos huyeron del cinismo, los focos y los flashes de Los Ángeles y se instalaron en Byron Bay, una ciudad de Australia, país natal del actor. Allí han formado una bonita familia, están en continuo contacto con la naturaleza, realizan escapadas a playas paradisiacas y viven tranquilos alejados del caos de Hollywood. Aun así, a pesar de que habitualmente el matrimonio comparte en Instagram imágenes de su aparente idílica vida en Australia, no todo es tan bonito como parece y la actriz no ha tenido ningún problema en confesarlo en la edición australiana de una conocida revista.

Elsa Pataky ha sido portada del último número ‘Harpers Bazaar’ de Australia, la actriz ha concedido una entrevista a la publicación, en la que ha realizado unas sorprendentes declaraciones. Tras casarse con Chris Hemsworth en 2010, nació su primera hija al año siguiente. El sueño de Elsa siempre había sido ser madre y formar una familia numerosa, pero su otro sueño podía llegar a ser incompatible con el de ser mamá, también quería ser una actriz de éxito y por un momento ese sueño se frenó.

Al nacer su primera hija, sus planes como actriz desaparecieron según ha confesado en la entrevista: «Antes de tener a los niños, estaba segura de que seguiría trabajando y compaginando las dos cosas. Pasé por una etapa en la que estaba totalmente perdida. Sentí que había renunciado a ese sueño, pero no podía continuar en el mismo camino”, ha explicado antes de continuar “Hay momentos en los que crees que todo está bien. Pero también me preocupa que la gente, mi esposo, te mire y piense: ¡Solo eres madre!».

A pesar de haber cumplido su objetivo de ser madre, Elsa tenía la espinita clavada de no haber podido continuar su carrera como actriz, y en definitiva, de no tener trabajo «Cada segundo, había señales que me recordaban que no tenía trabajo. Carteles publicitarios que promocionaban programas y películas. Las cenas, la vida social, el trabajo siempre estaba ahí”. Tanto se exigía a sí misma que llegó a pensar que no era un simple parón y que no volvería a trabajar como actriz, pero consiguió un papel en Tidelands, la primera serie de Netflix en Australia, en la que afirma que le encantó trabajar.