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‘Chernobyl’: La realidad de la serie de HBO que no ha pasado desapercibida

La realidad detrás de la ficción.

La miniserie ‘Chernobyl’ ha supuesto un gran éxito para HBO, que ha visto un gran tirón en ella tras el final de su producto estrella, ‘Juego de Tronos’. La miniserie ha concluido su temporada de 5 episodios, en los que se retratan los daños de la catástrofe nuclear ocurrida en abril de 1986, y la lucha de varios hombres y mujeres por amortiguar estos perjuicios.

La miniserie ha gustado mucho, en términos generales, pero los más estrictos, perfeccionistas o quisquillosos han encontrado errores de coherencia con la realidad. Y es que muchas cosas son inventadas, eso es cierto, y es lo primero que se debe saber antes de comenzar a ver ‘Chernobyl’. Sin embargo, lo que se busca con la miniserie es expresar el sentimiento, la versión general de la situación, de aquel acontecimiento que se convirtió en histórico inmediatamente, al ser el mayor desastre de energía nuclear jamás ocurrido. Murieron más de treinta personas en un inicio, y más en los años siguientes, sin olvidar que la contaminación radiactiva se extendió a lo largo de un enorme radio.

El caso es que la miniserie ha sido acusada de imprecisa en ciertos aspectos, a pesar de reflejar bien esa sensación de asfixia y hostilidad que se pretende ante una situación tal. El desastre de Chernóbil contó con cientos de héroes que supieron solventar el problema de los restos radiactivos, así como villanos que lo ocasionaron, sin contar a todos los personajes secundarios implicados en ambos procesos. Y es aquí donde se encuentran los mayores fallos: en el rigor con la verdad de las personas reales, las que actuaron.

Los productores de la ficción simplifican los procesos, los causantes y los héroes, en torno a unos pocos personajes principales, de los que tampoco se sabe bien si existieron o no. Cobran efecto, entonces, las exigencias de Hollywood y del presupuesto. No obstante, esto no quiere decir que no haya toques de verosimilitud: simplemente que las ficciones deben ser atractivas y rentables.

Entonces, si no sabes mucho acerca del acontecimiento real, puede que después de verla tengas un poco distorsionada la realidad (una prueba más de que se debe contrastar todo y no creerse al 100% la ficción). Seguramente pienses que la misión contra el desastre fue dirigida por dos personas, Valery Legasov y Boris Shcherbina, respaldados por Ulana Khomyuk. Y también es posible que pienses que todos estos personajes fueron reales.

Pues bien, el papel de dichos personajes fue en la realidad desempeñado por una extensa red de personas que trabajaron incansablemente por conseguir el bien común. De Legasov y Shcherbina sí se sabe que existieron, aunque el guión ha extendido su protagonismo a niveles exagerados respecto a la realidad. En cuanto a Khomyuk, el personaje es ficticio, pero los productores mencionan que representa la totalidad de los científicos que ayudaron a investigar el desastre.

En ese sentido, sí que han compartido cierto compromiso con la realidad. Sin embargo, son muchos otros los aspectos en los que ‘Chernobyl’ recibió el tratamiento simplista de Hollywood. Pero la miniserie hace muy bien su trabajo retratando el desastre, en lo lúgubre, en lo tóxico, en lo asfixiante. Y muestra, tal y como sucedió, que el desastre de Chernóbil tuvo más que ver con un sistema político corrupto y lleno de mentiras, y una mala gestión y organización de los recursos, que con una deficiencia de la ingeniería. Tras ver ‘Chernobyl’, el espectador entiende que la moderna y peligrosa mezcla entre máquinas y personas debe ser algo vigilado con lupa por el Gobierno, y que puede acabar en desastre nuclear total si este actúa de acuerdo a intereses corruptos.