Gastronomía
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Los vinos de colores que están ganando terreno entre los jóvenes

Vinos de colores atrevidos como el azul y naranja. Algunos opinan que no son vinos. Pero lo cierto es que están gustando especialmente a los jóvenes.

El vino blanco que es naranja

El vino naranja puede obtenerse mediante dos procedimientos:

Maceración con cáscara de naranja
Se toma un vino blanco y se deja macerar con cáscara de naranja durante seis meses. Después las cortezas son separadas del vino y el jugo resultante se somete a decantación y filtrado. El envejecimiento se realiza en botas de roble donde permanece casi dos años.

Maceración con pieles de uva blanca
En esta ocasión el color se obtiene de los pigmentos de la uva. En la elaboración del vino blanco tradicional, los hollejos son separados del mosto para que este no adquiera color.  Para obtener el vino naranja, el líquido se queda en contacto con las pieles por varios días o semanas, hasta que se logra la tonalidad deseada.

En España ya cuenta con una Denominación de Origen: El vino naranja del Condado de Huelva.

Además del color, los hollejos le dan un sabor más complejo que al blanco tradicional. Claro que esto depende a quién le pregunte. Algunos piensan que es un vino sin apenas valor. Otros que se trata de un vino con “aroma y sabor ahumado que merece la pena degustar”.

En Reino Unido están teniendo éxito en particular. Sus mayores consumidores son los jóvenes: es innovador y a ellos les gusta probar cosas diferentes.

El vino blanco que es azul

Se comercializa bajo la marca Gïk Blue. En este caso el tono azul se ha obtenido utilizando pigmentos naturales. El primero de ellos se llama antocianina, que se obtiene de la piel de la uva tinta. El segundo pigmento es la indigotina, el cual potencia el color hasta tornarlo azul índigo.

Curiosamente en botella se aprecia bien su tono azulado intenso. Una vez servido en copa y dependiendo de la luz, el color se modifica y puede incluso aproximarse al tinto.

Los creadores de esta idea son un grupo de muchachos que no superan los 30 años. Querían hacer algo diferente en el mercado del vino. Y vaya si lo consiguieron. Eligieron hacer un vino fácil, suave, afrutado, que gustase a todo el mundo. Incluidos ellos mismos, a los que por cierto no les gusta el vino.

Se produce en varias bodegas de España de Cáceres, Galicia y La Rioja. Utilizan varios tipos de uva. Por tanto no pertenece a su denominación de origen. Se vende por internet y su precio es unos 10 euros la botella.