Gastronomía

La gamba roja de Palamós: Sa Marinada presenta un menú inédito en la capital

Háblame del mar, marinero. Eso decía Rafael Alberti, sabio conocedor de las maravillas que albergaba el extenso océano y de la magia que encerraban esas aguas sin fin. Caer rendido a los encantos del vaivén de las olas, a los atardeceres desde la playa y, por supuesto, a sus moradores es algo de lo que no podemos escapar.

El mar es una de esas despensas que brinda opciones para todos los gustos, y que la gastronomía ha sabido adaptar con el paso de los años. Si es cierto, que los que somos de interior tenemos un poco más limitado al acceso a esas joyas marineras, aunque también he de decir que eso ha cambiado mucho —se dice que Madrid es el mejor puerto de mar de España, ellos siempre tan humildes—.

Los suertudos que viven en las costas españolas tienen el privilegio de degustar y disfrutar de maravillas desconocidas por muchos y que solo se dan en lugares recónditos y muy concretos. Una de ellas es la gamba roja de Palamós, la reina de la Costa Brava y de la cocina ampurdanesa. Este marisco, en plena temporada alta —va de mayo a julio—, es una exquisitez con un potente sabor y con un aroma inconfundible.

Palamós nos queda un poquito lejos, pero no se me ofusquen pensado que les estoy proponiendo un plan imposible. Sorpresa, podemos disfrutar de esta gamba en pleno corazón de la capital.

Gamba de Palamós

Introducción a la magia del mar

Por si aún no lo saben, desde hace poco más de un año Palamós, la Costa Brava y, en general, el Ampurdán nos pilla un poco más cerca. Sa Marinada, en pleno barrio de Almagro (Fernández de la Hoz, 33), es una privilegiada ventana a la riqueza de este territorio de la mano de la cocina ampurdanesa. Una maravilla, porque este restaurante acerca a la capital una propuesta inédita: por primera vez las populares Jornadas Gastronómicas de la gamba roja de Palamós viajan de la Costa Brava hasta Madrid.

Sa Marinada

Sa Marinada ofrece del 28 de mayo al 14 de junio un menú especial dedicado a la estrella de la cocina de este territorio y, por supuesto, de esta casa: la gamba roja de Palamós, que se encuentra ahora en su punto óptimo.

Sa Marinada

La gamba roja de Palamós: un tesoro de la Costa Brava

Este marisco protagoniza esta extraordinaria propuesta, que permitirá al comensal hacer un recorrido por el rico recetario de esta comarca. Por un precio 90 euros (incluido agua, refresco y café), el menú está compuesto por unas mininavajitas de costa en escabeche Sa Marinada —elaborado con aceite de gamba—; un guiso de manitas de cerdo deshuesadas con gamba roja —además de fumet y refrito de este marisco—, perfecta unión de mar y montaña que tiene varias horas de elaboración; gamba roja de Palamós a la plancha, la reina de Sa Marinada; una cazuela de fideuá meloso de gamba roja con su carpacho y alioli y finalmente, como postre, ganache de chocolate sobre una base de pan tostado crujiente con aceite de oliva y sal. Una oportunidad única, disponible tanto para el servicio de comida como de cena, que cuenta con plazas limitadas —es necesario reservar previamente por teléfono—.

Propuesta gastronómica

Sa Marinada

Si se quedan con ganas de conocer más productos del Ampurdán, no duden en volver. Joan Gurt, a los mandos de este barco, se ha encargado de que el producto de la Costa Brava llegue en perfectas condiciones a la capital, al ser el creador del primer canal logístico entre ambos puntos.

Joan Gurt

En la despensa de Sa Marinada hay mariscos y pescados de las lonjas de Palamós y Rosas, butifarra y embutidos de Olot y de la comarca de la Garrotxa, aceite llegado de la comarca del Ampurdán, arroz de Pals o vinos y cavas de la D.O. Empordà.

Sa Marinada

El resultado es una propuesta gastronómica marcada por la prevalencia del producto, sin filtros, y en la que la tradición, la técnica y la vanguardia se conjugan en platos con un marcado sentir marinero en un equilibrio perfecto.

Propuesta gastronómica

Como no podía ser de otra forma, el pescado y el marisco de la Costa Brava es el absoluto protagonista de la carta, aunque también hay hueco para las carnes, las verduras y, por supuesto, los postres. Imperdibles, además de sus múltiples platos con la reina de la casa     (la gamba roja de Palamós), las Anchoas del Cabo de Roses —maceradas al estilo pescador y acompañadas de pan de cristal tostado con tomate—, que se elaboran de manera artesanal en el restaurante cada vez que las pide el cliente; la sopa de pescado salvaje; los sonsos a la andaluza —con huevo campero y perlas de trufa; el suquet de rape de costa; la cigala baby flambeada al wok y los pescados a la brasa.

Propuesta gastronómica

Viajar a la Costa Brava nunca fue tan sencillo. Y en el corazón de Madrid.