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¿Estás sujetando la copa de vino correctamente?

Comencemos por nombrar las 3 partes que forman una copa de vino. La superior, donde se vierte el vino, es el cáliz. El tallo es la ‘patita’ larga y fina y por último tenemos la base o pie. Bien, la copa no debe sujetarse por el cáliz ya que el vino se calienta. Ni por el pie, que suele ser utilizada por expertos catadores. Además agarrarla así no es cómodo y hay más probabilidades de que se produzca un accidente con el líquido. La forma correcta de agarrar una copa es por el tallo. La razón principal tiene que ver con la temperatura: el vidrio es un buen transmisor del calor. Nuestro cuerpo está a 37 grados y es capaz de calentar el vino mientras se consume. Esto es especialmente importante en el caso del vino blanco donde la temperatura de servicio está entre 6 y 8 grados.

Otra razón por la que es más práctico sujetar la copa de vino por el cáliz es en el clásico cocktail. La comida se consume con las manos y así evitamos que se manche el vidrio, lo que le daría un aspecto sucio a la copa. Por último, hay una última ventaja de agarrar la copa por el tallo. Determinados alimentos pueden pasar su olor al vino. Tal es el caso de un queso fuerte. Si después de cogerlo con la mano apoyamos esta en el cáliz, se contamina el olor y sabor de vino. Recordemos que el vidrio es un buen transmisor.

El protocolo de la copa de vino

La excepción: el brandy

Agarrar la copa por el tallo es la forma correcta de hacerlo para todos los tipos de vinos. También en el caso del champán o cava, aunque en este caso se utiliza la copa tipo ‘flauta’. Hay una bebida que se toma en copa y es la excepción a este artículo: el coñac. Precisamente lo que se busca es calentar el líquido para que así libere sus aromas. Por eso se utiliza la llamada ‘copa de balón’ que permite colocar cómodamente toda la mano en la base del cáliz. Así lo expresó Talleyrand a Fouché: «Se pone la copa en el hueco de la mano, se calienta, se le da un impulso circular para que libere su aroma. Luego hay que llevarlo a la nariz, respirarlo…» «¿Y después?».Tayllerand replica: «Después se deja que repose, y se habla».

Claves para elegir las copas de vino en casa.

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