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El viejo socialismo despide a José Acosta y se reivindica frente a Sánchez: «Ya no es el PSOE, pero no nos van a echar»

Históricos ministros y dirigentes socialistas críticos con Sánchez y su permanencia en el Gobierno

  • Esther Jaén
  • Corresponsal política en OKDIARIO. Colaboradora y analista política en radio y televisiones. Te leo en esther.jaen@okdiario.com

Ex ministros de la etapa de Felipe González, dirigentes del PSOE y militantes de base se han dado cita en el Hotel Suecia, en el centro de Madrid,  un referente histórico, para aquel partido que todavía habla de la clandestinidad y la Transición con brillo en los ojos. Un brillo distinto al que enciende sus miradas cuando se refieren al PSOE actual y a Pedro Sánchez, su Gobierno y su forma de ejercer el Poder. El viejo PSOE ha homenajeado al histórico dirigente de la Federación Socialista Madrileña (FSM), hoy PSOE Madrid, José Acosta,  fallecido el pasado 18 de julio, y se ha reivindicado frente a un PSOE que ahora desconoce. «Esto ya no es el PSOE» se oía en los corrillos previos al acto.

Casi tantas voces críticas al sanchismo como asistentes al acto, con la excepción del actual Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, quien fuera un reconocido «hijo político» de Acosta, alineado con Alfonso Guerra, que ha pasado como una exhalación por la sala, entre tanta crítica. Simancas llegó, saludó y se fue antes incluso de que comenzasen los parlamentos.

Allí han estado ex ministros, como el que fuera responsable de Interior, José Luis Corcuera, o de Obras Públicas y Urbanismo, Javier Sáenz de Cosculluela, el también titular de Interior, José Barrionuevo, el ex eurodiputado Pedro Bofill, el que fuera durante años mano derecha de Alfonso Guerra, Rafael Delgado, o el ex alcalde de Madrid, el último alcalde socialista de Madrid, Juan Barranco, entre otros.

Fue el Hotel Suecia, cercano al Congreso de los Diputados, donde el PSOE instaló su primera e iniciática sede del Grupo Parlamentario Socialista, en 1977. Décadas más tarde, sirvió de escenario para las conspiraciones de Acosta y buena parte de los diputados del sector guerrista. Esta pasada noche ha sido el escenario de un homenaje y el marco elegido para la crítica y el desahogo de más de uno de los asistentes. Muchos de los presentes no se sienten en absoluto identificados con el PSOE de Sánchez, otros no entienden por qué sigue manteniendo al partido con «cerca del treinta por ciento en términos electorales» y algún otro le dedica algún exabrupto de grueso calibre a Sánchez.

«¡No nos van a echar!»

En uno de esos corrillos, una de las voces críticas se eleva por encima del resto y advierte desafiante: «¡No nos van a echar! ¡No tienen cojones!». Olvidan quizás que otros, también con pedigrí socialista, como el ex presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, o el ex líder de los socialistas vascos, Nicolás Redondo, o bien han sido expulsados o bien han tirado la toalla, tras ver cómo les abrían un expediente por considerar «muy grave» una opinión, una imagen o una fotografía suya.

Procedentes de diferentes familias en su etapa política en activo, hoy la mayoría de los asistentes, cuya media de edad roza los 80 años, coincide no obstante en que en toda su vida política «jamás se ha visto nada igual», cuando se refieren a los escándalos que cercan al PSOE y a parte de la familia del presidente del Gobierno, a su guerra con el Poder Judicial, a sus escasos y cambiantes principios, o a sus pactos para sostenerse en el Gobierno. En la sala, se cruzan apuestas sobre hasta cuándo será capaz de llevar la legislatura adelante, teniendo en cuenta que está «en franca minoría» parlamentaria.