España

Uvas en Ferraz: cientos de personas empiezan el año al grito de «¡Sánchez a prisión!»

Durante la noche ha destacado la fuerte presión policial con 200 antidisturbios movilizados por Marlaska

Los agentes de policías desplegados llegaron a revisar las cajas de uvas y a requisar refrescos

Cientos de personas han despedido este 2023 celebrando las uvas en Ferraz, la calle en la que se levanta la sede del PSOE, al grito de «¡Sánchez a prisión!» y rodeados de un fuerte dispositivo policial, que se ha cifrado en 200 antidisturbios.

Los manifestantes empezaron a llegar hacia las 21:30 horas, encontrándose con un fuerte despliegue policial y grandes barreras de vallas móviles para impedir el acceso a la calle donde está la sede del PSOE.

Ese gran dispositivo ordenado por el Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska, ha llamado la atención no sólo a los manifestantes, sino también a una reportera de un canal europeo que quería hacer un reportaje sobre una manera diferente de despedir el año con las uvas en Ferraz: «Me sorprende que haya tanta Policía para la gente que ha querido tener otra opción de tomarse las uvas de manera más tranquila. Creo que no deben servir a un partido político», explicaba a OKDIARIO ante la llamativa presión policial, la cual ha provocado las quejas de los ciudadanos, sintiendo que han tratado de cohibir la celebración-protesta con el desmesurado despliegue de 200 agentes antidisturbios de la UIP, llegados desde distintos puntos de España por orden de Marlaska.

Durante la protesta de las uvas en Ferraz, dos manifestantes han pedido a un joven envuelto en la bandera nazi que se la quitase si quería seguir en la manifestación: «Aquí no queremos eso, por favor», le han pedido en clara referencia a que no querían personas que hicieran ese tipo de reivindicaciones. Interrogado por OKDIARIO, ese manifestante de origen asiático envuelto en la bandera nazi ha explicado, mezclando inglés y un poco curtido castellano, que los manifestantes que le han pedido que se vaya «están mal de la cabeza por influencia de los judíos».

Uno de los episodios más destacados de esta celebración-protesta de las uvas en Ferraz se ha producido minutos después de las campanadas: un grupo de manifestantes sacaron una piñata que representaba a Pedro Sánchez con nariz de pinocho, la cual tenía en su interior caramelos, chocolate y banderitas de España y la colgaron de un semáforo. La noche se ha desarrollado sin incidentes, en tono festivo y reivindicativo.

Los manifestantes se han quejado debido a que la Policía Local, en este caso obedeciendo órdenes del Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez Almeida, no les ha dejado colocar un escenario con varias pantallas para la presentación de las campanadas, organizada por Revuelta, que debían haber realizado el bloguero Isaac Revuelta y la periodista María Durán. «Almeida no deja que entren los camiones con las pantallas», se han quejado en declaraciones a OKDIARIO.

Por su parte, la Policía de Marlaska ha revisado las cajas y bolsas en las que iban las uvas, regaladas por la frutería Almagro, y ha requisado refrescos a los manifestantes, a los que no ha podido el desánimo a pesar de todos los intentos del dispositivo de Marlaska de estropearles la fiesta.

Como cada noche, los concentrados en Ferraz han proferido gritos contra las concesiones de Pedro Sánchez a los independentistas y expresiones de temor ante la deriva del país. En esta ocasión, además, se congregaron españoles de múltiples procedencias, llegados para la ocasión desde lugares como La Coruña, Alicante o Sevilla. Entre estas personas ha destacado una manifestante que ha recordado que «se está yendo la gente joven», en referencia a la falta de oportunidades que hay en España y a la deriva económica lastrada por la escalada de la deuda pública. También se ha hecho escuchar un manifestante, que se ha declarado ex miembro del Partido Comunista y actual votante de Vox: «Empecé a viajar por la Unión Soviética en los 80, Hungría y Cuba, y vi que no era ningún paraíso de la clase trabajadora. He votado al Partido Comunista. Estuve más de 30 años en la clandestinidad y 20 después de la Transición. Pero ya me he desengañado», ha explicado este manifestante, que ha afirmado que estuvo en la cárcel con el histórico dirigente de CCOO Marcelino Camacho.