España
Crisis del coronavirus

La UE alertó del alto riesgo de colapso sanitario seis días antes del 8-M

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  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades, que desaconsejó los eventos multitudinarios para evitar la propagación del coronavirus, alertó también del riesgo de que los sistemas sanitarios de los países europeos colapsasen por la pandemia e instó a los gobiernos a anticiparse a ese escenario. Lo hizo, en concreto, seis días antes de las manifestaciones del 8 de marzo. El Ejecutivo socialcomunista no sólo desoyó esa advertencia, sino que azuzó las marchas, pese a que el avance de la epidemia era ya evidente en nuestro país. La realidad ha demostrado que el pronóstico de la agencia europea acabó cumpliéndose y que, de implementar antes las medidas, quizás podría haberse evitado.

A pesar de esa alerta, el Ejecutivo no empezaría a valorar la gravedad de la situación hasta una semana después. El 9 de marzo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció algunas medidas, como la suspensión de las clases  y el teletrabajo en Madrid, Vitoria y Labastida -consideradas zonas de «alta transmisión»- y aconsejó el cuidado domiciliario de mayores y evitar viajes «innecesarios». No sería hasta 12 días después del aviso de la agencia europea, de la que precisamente es asesor el responsable del Centro de Alertas y Emergencias de Sanidad, Fernando Simón -que, en la actualidad se recupera de su contagio de coronavirus- cuando el Gobierno activó el estado de alarma. 

En el dossier de este centro europeo, fechado el 2 de marzo, se avisaba ya en sus primeros párrafos de las fatales consecuencias de la expansión de la pandemia para los sistemas sanitarios. «Retrasar la transmisión o disminuir el pico del brote es crucial para permitir que los sistemas de salud se preparen y se enfrenten a una mayor afluencia de pacientes», avisaba la agencia.

El centro ponía el foco en el riesgo de la pandemia para unos sistemas sanitarios ya con limitada capacidad para absorber a los pacientes de una pandemia de rápida propagación.

Desde la UE, en cualquier caso, se invitaba ya a los gobiernos a anticiparse, dotándose de una «capacidad sanitaria adecuada para aislar, apoyar y tratar activamente a los pacientes».

«Riesgo alto»

Es más, en un apartado específico sobre esta cuestión, el centro alertaba de que «el riesgo para la capacidad del sistema sanitario en las próximas semanas» era «de moderado a alto».

Esa conclusión estaba basada en varios factores, entre ellos, que el incremento paulatino de los casos confirmados empezaba a confirmar ya la posibilidad de una «infección generalizada» de intensidad «moderada». «Si hay un aumento significativo de los casos en las próximas semanas, el impacto potencial en los sistemas de salud serían altos», «una mayor transmisión podría resultar en un aumento significativo de los ingresos hospitalarios en un momento en que los sistemas de salud ya están bajo presión debido a la actual temporada de gripe», «esto se agravaría si un número considerable de trabajadores de la salud de infectara»… fueron algunos de los vaticinios de este centro, lamentablemente después confirmados.

Por tanto, concluía el organismo, los gobiernos deberían adoptar medidas de contención, destinadas a frenar la propagación del virus. Medidas que, avisaba, eran «extremadamente importantes» y entre las que se encontraba, precisamente, la de «evitar» los «actos multitudinarios». Pese a ello, como se sabe, el Gobierno alentó las marchas masivas del Día de la Mujer, en las que participaron además distintos miembros del Gobierno, como las ministras Irene Montero y Carolina Darias, o la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez. Las tres confirmaron su contagio apenas unos días después de asistir a la convocatoria.

También se pedía ampliar la capacidad de pruebas de diagnóstico en laboratorios locales, reforzar medidas de contención en el entorno sanitario y precauciones de transmisión aérea en casos sospechosos y confirmados, apuntar «al 100% de cumplimiento de las precauciones estándar» (como higiene de manos y respiratoria), promover la cuarentena voluntaria y forzada para contactos cercanos de sospechosos de coronavirus y monitoreo de síntomas y especialmente «promover medidas de distanciamiento social». Entre ellas, «evitar transportes abarrotados» y, como se ha indicado anteriormente, «eventos multitudinarios».

La evidencia de que el coronavirus avanzaba sin control era total. Ese mismo día 2 de marzo, en Italia, la pandemia contabilizaba ya 1.694 casos y 34 fallecidos. En China había dejado 2.921 muertos. En España, asomaba con 114 casos.