Cataluña

El TSJC obliga al colegio del niño de Canet a dar el 25% de las clases en castellano

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Escuela Turó del Drac, en Canet de Mar (Barcelona).

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña obliga a la escuela del menor de Canet de Mar acosado por el independentismo a impartir el 25% de las clases en castellano. Así lo ha acordado tras rechazar el recurso interpuesto por una treintena de familias que se negaban a la aplicación de esta medida por considerar que recibir clases en las dos lenguas vehiculares suponía un «perjuicio» los alumnos.

Un extremo que, de nuevo, rechaza el tribunal, que considera que la jurisprudencia ha descartado que «la aplicación del sistema de conjunción lingüística comporte una lesión eventualmente irreparable de un supuesto derecho de los alumnos a una enseñanza monolíngüe vehicular».

Esta decisión se produce en plena ofensiva de la Generalitat que dirige Pere Aragonès para imponer el uso de catalán en todas las escuelas del territorio y tras la aprobación de un decreto ley que hace oídos sordos a la sentencia que obliga a instaurar una cuota mínima de asignaturas en castellano, al promover «inaplicación de parámetros numéricos, proporciones o porcentajes en la enseñanza y uso de lenguas».

Precisamente en esta norma se amparan los independentistas para alegar «la imposibilidad legal» de ejecutar el 25% de clases en castellano en las escuelas. Aluden, en concreto, a «la concurrencia de manera sobrevenida de una causa como es la aprobación de un nuevo marco legal».

Desacato

Pero estrategia de la Generalitat de Cataluña va incluso más allá. Tal y como ha publicado OKDIARIO, el consejero de Educación Josep González-Cambray ha remitido una carta a los directores de 4.500 centros públicos y concertados de todo el territorio en la que les insta a no aplicar el porcentaje mínimo establecido por la Justicia.

Fue el propio Tribunal Superior de Justicia de Cataluña el que, en diciembre de 2020, impuso la cuota mínima del 25% en los colegios e institutos catalanes en una sentencia ratificada posteriormente por el Tribunal Supremo y que los independentistas tacharon de «grave ataque a los fundamentos del modelo de escuela catalana».

Pese a las presiones de los separatistas fueron varias las familias que reclamaron en sus centros la adopción de esta medida, entre ellas, la de Canet de Mar, que se vio sometida a un brutal acoso tras solicitar para su hijo de cinco años la cuarta parte de las clases en castellano.

Ahora, los tribunales les han vuelto a dar la razón al rechazar el recurso interpuesto por una treintena de familias que se negaban a la aplicación de la conjunción lingüística. Ya en plena campaña de amenazas, la familia de Canet de Mar mostraban su confianza en la Justicia. «Nosotros confiamos en las instituciones y por eso acudimos a ellas. Si los Gobiernos incumplen la ley, los ciudadanos podemos reclamar nuestros derechos ante los tribunales. Es lo normal en una democracia. Y nos gusta que el sistema funcione», defendían.

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