España

Los socialistas preparan inversiones de mil millones al año para contentar a los nacionalistas catalanes

Pedro Sánchez y Miquel Iceta tienen preparado todo un paquete de regalos multimillonarios en inversiones para la Generalitat catalana. Un paquete que parte de asumir la reclamación nacionalista de la existencia de un déficit en infraestructuras y que los separatistas estiman en cifras entre 800 y 1.000 millones anuales. Y una promesa que, claro, sólo se podrá cumplir si los nacionalista se encargan de apuntalar al Partido Socialista tanto en Cataluña como en la Presidencia española. O, lo que es lo mismo, que el paquete multimillonario se convierte en un pago a cambio de alianzas para entrar en un hipotético tripartito catalán y para unir fuerzas de cara a combatir a Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados.

Los socialistas consideran que «la inversión en infraestructuras es esencial para la vertebración y la cohesión social y económica de un territorio». Pero, casualmente, se acuerdan de ese principito para reclamar inversión para una de las autonomías más ricas de España.

Así, los acuerdos cerrados entre Sánchez e Iceta señalan que «la falta de recursos ha ralentizado o paralizado algunas de las inversiones programadas para Catalunya que se habían impulsado con la intención de dar respuesta a algunas necesidades históricas y paliar el déficit existente en materia de transporte viario y ferroviario». Y, con ese argumento, desglosan todo un plan de inversiones, por cierto, sin cuantificación económica.

Recuperar el nivel de inversión

Entre las propuestas “que los socialistas venimos defendiendo en materia de inversión en infraestructuras”, según figura en los acuerdos PSOE-PSC, se encuentra «recuperar el nivel de inversión del Estado en Catalunya, mediante la prórroga de la Disposición Adicional 3ª del Estatuto con el fin de garantizar que los Presupuestos Generales del Estado destinen el porcentaje de inversión que corresponde a la participación de Catalunya en el PIB».

Y, en concreto piden «finalizar la construcción del Corredor Mediterráneo, desde Algeciras hasta la frontera francesa conectando los puertos de Tarragona y Barcelona». También «facilitar las conexiones de los puertos de Catalunya y otros grandes centros productivos con el ferrocarril de ancho UIC, utilizando mecanismos de colaboración público-privada para agilizar el desarrollo de estas infraestructuras estratégicas y fundamentales para la recuperación económica».

Además, «mejorar la red de cercanías del ferrocarril, mediante un impulso a la modernización de las estaciones, las vías, las catenarias y la señalización».

Por si fuera poco, también «crear un consorcio integrado por el Estado, la Generalitat y los Ayuntamientos implicados con el objetivo de priorizar, ejecutar y hacer el seguimiento de las inversiones previstas en el Plan de Cercanías de Barcelona 2008-2015» y «finalizar los proyectos de soterramiento de las vías convencionales de Ferrocarril en L’Hospitalet de Llobregat, Montcada i Reixac, Sant Feliu de Llobregat y Montmeló».

Cesiones políticas

Unas inversiones que se sumarían a cesiones políticas. Porque el PSOE, como ya adelantó OKDIARIO, se ha comprometido a una «reforma constitucional que deberá contemplar, en lo que se refiere a la organización territorial del Estado, al menos cuatro grandes cuestiones». Entre ellas, y la primera por orden, «el reconocimiento de las aspiraciones nacionales de Cataluña».

Todo ello acompañado de «unas nuevas reglas para el reparto competencial que mejoren el autogobierno de la Generalitat desde el respeto y la lealtad institucional; un acuerdo sobre la financiación autonómica que dote de recursos necesarios para el sostenimiento de las grandes políticas públicas; y el establecimiento de un Senado federal como mecanismo de representación territorial de las Comunidades Autónomas facilitando así su participación en la toma de decisiones en el ámbito estatal».