Sánchez pide “perdón” por “la infamia” que padecieron los exiliados republicanos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido “perdón” en nombre de todos los españoles “por la infamia”, dice, que tuvieron que padecer los exiliados republicanos españoles. Desde la playa francesa de Argeles-sur-Mer, y tras visitar las tumbas de Manuel Azaña y Antonio Machado en Montauban y Colliure, Sánchez ha afirmado que el gesto de pedirles perdón debería haber llegado “mucho antes”.

Durante el último viaje organizado desde Moncloa como presidente del Gobierno antes de la celebración de elecciones el 28 de abril, Sánchez ha querido mandar un mensaje a Europa y a los electores al asegurar que “no cabe pensar que el antisemitismo, la homofobia, la xenofobia y el nacionalismo excluyente son pequeños vientos sin importancia que se apagarán solos”.

El jefe del Ejecutivo, promoviéndose como líder europeo, asegura que “no cabe imaginar una tercera Europa”, haciendo un llamamiento a “respetar las tumbas, olvidar las razas, honrar la libertad, abrir las fronteras y crear puertos hospitalarios”, semanas después de prohibir al buque de rescate Open Arms zarpar de puertos españoles para rescatar migrantes. Dice el presidente del Gobierno que “esa es la idea de Europa, la idea sobre la que se construyó la mejor época que hasta ahora ha conocido la Humanidad”.

Pedro Sánchez, como ya hizo en Ciudad de México durante su viaje de hace unas semanas, ha vuelto a poner de relieve el exilio al asegurar que “es una patria guardada en un cofre, una patria hecha de tierra que se ha perdido”. Aún así, como ya hizo aquel día, ha afirmado que “no se me ocurre una mayor condena para un ser humano que tener que abandonar a la fuerza a tu gente, a tu familia, a tus amigos y a tu paisaje”.