Crisis en el PSOE

Sánchez no tiene piedad con los suyos: ahora se ‘carga’ a Maritcha Ruiz, su leal jefa de prensa

maritza ruiz mateos
Pedro Sánchez y Maritcha Ruiz.
Joan Guirado

No extraña que un mentiroso patológico como Pedro Sánchez desconozca lo que es la lealtad. El presidente socialista carece de principios pero le sobra frialdad para liquidar a los suyos, a los más fieles, a los que le fueron leales cuando nadie daba un duro por él tras ser desterrado de la secretaría general del PSOE en 2016. A la lista de defenestrados por Sánchez ahora se suma el nombre de Maritcha Ruiz, la hasta ahora directora de Comunicación del PSOE. Una persona de su máxima confianza y lealtad desde el minuto uno en el que Sánchez la nombró responsable de la comunicación digital.

Maritcha Ruiz, una jefa de prensa muy querida en la profesión por su cercanía, afabilidad y nada sectaria, a diferencia de su jefe de filas, se ha despedido de los periodistas con el siguiente mensaje: «Compas: Como algunos ya sabéis no seguiré en Ferraz. Los que me conocéis sabéis que no soy mujer de despedidas, sino de encuentros. Así que os digo hasta luego, con el convencimiento de que nos vamos a seguir viendo y trabajando juntos. Gracias por haber formado parte de mi vida durante estos años. Os llevo en el corazón. Besos. Maritcha».

La periodista era, sin duda, una de las más leales colaboradoras de Sánchez, a quien conoce desde sus inicios políticos. En concreto, desde 1993, cuando impulsaron juntos las Juventudes Socialistas del distrito madrileño de Tetuán.

Desde entonces, han trabajado codo con codo, atravesando momentos especialmente complicados, como la dimisión de Sánchez en 2016 por su negativa a facilitar la investidura de Mariano Rajoy. Y otros bien distintos, como su regreso, al año siguiente, a la secretaría general del PSOE. Aunque su nombre se dio incluso por seguro para ser la secretaria de Estado de Comunicación ella siempre ha permanecido en Ferraz, donde ha dirigido la importante estrategia discursiva del partido.

Crisis

La guillotina de Sánchez contra sus fieles no sabe de treguas. Pero esta destitución es significativa porque Ruiz era una persona cercana a Adriana Lastra, otra de las leales y fieles decapitada por el implacable secretario general del PSOE. En los últimos años, Maritcha tenía gran sintonía con Lastra, con la que trabajó codo a codo en la gestión interna del PSOE.

La dimisión forzada de Lastra ha precipitado una crisis en Ferraz que deja en evidencia la debilidad de Sánchez ante un negro panorama electoral. El socialista ha impuesto su control total en el PSOE con una reorganización del núcleo duro, situando en los puestos fuertes a cinco ministros que serán los encargados de despachar el día a día entre el partido y La Moncloa: Félix Bolaños (ministro de la Presidencia); María Jesús Montero (Hacienda y nueva vicesecretaria general); Isabel Rodríguez (Política Territorial y portavoz del Gobierno); Pilar Alegría (Educación y nueva portavoz del partido) y Miquel Iceta (Cultura).

Sánchez no ha consensuado estos cambios, que ha impuesto con mano firme con el fin de sobrevivir en sus horas más bajas. Este sábado, en la reunión del Comité Federal, apenas dedicó cinco minutos a explicar la remodelación y ni uno a hacer autocrítica pese al incierto escenario que afronta el socialismo. En su lugar, arremetió contra la derecha y los «poderes ocultos», se escudó en «la pandemia, el volcán y la guerra en Ucrania» y afirmó que afrontará los próximos retos «igual» que los pasados, tras haber sumido a España en la crisis.

Esta actitud del jefe del PSOE ha provocado un profundo malestar en las filas socialistas, entre las bases, cuadros intermedios y los mismos barones. Como ha publicado OKDIARIO, varios dirigentes avisaron, antes del cónclave de este sábado, que «el crédito» de Sánchez «se está acabando».

Cambios

El PSOE atraviesa sus momentos más críticos tras la severa derrota en Andalucía y la desconfianza absoluta incluso entre sus propios votantes. Como ha publicado este periódico, el partido maneja un sondeo interno que confirma su debacle, situando a la formación incluso por debajo de los 100 escaños.

El PSOE salió derrotado de las elecciones autonómicas en Andalucía celebradas el 19 de junio, donde sufrió su peor resultado histórico al caer hasta los 30 escaños mientras que el PP logró la primera mayoría absoluta en esta comunidad. En febrero, también perdió en los comicios de Castilla y León y un año antes en los de Madrid, donde pasó a ser tercera fuerza política.

En paralelo, el PP cambió su liderazgo con la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del partido el pasado mes de abril y desde entonces las encuestas han registrado un crecimiento sostenido a su favor. De hecho, el último barómetro realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) este mes de julio ha situado por primera vez al PP como primera fuerza por encima del PSOE.

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