España

Sánchez no hace autocrítica del ‘batacazo’ electoral pero sí del de Podemos: «El hijo de Anguita ha fracasado»

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha hecho ‘cero’ autocrítica tras conseguir el peor resultado electoral en la historia de su partido. «Quiero expresar mi insatisfacción con los resultados obtenidos, pero hemos conseguido mantener el timón», según Sánchez. «En las peores condiciones, el PSOE ha demostrado fortaleza. Nos podrá ganar la derecha las elecciones, pero nunca podrá acabar con el PSOE», señaló.

Su obsesión por Podemos y por Pablo Iglesias ha hecho que Sánchez le haya dedicado alrededor de 10 minutos de los 22 que duró su discurso para hablar del secretario general de la formación morada. Tras dos semanas en silencio, Sánchez evita decir qué cosas han hecho mal él y su partido para señalar como principal culpable a Iglesias.

«El motivo real del fracaso de la operación ‘sorpasso’ ha sido el descubrimiento de que Iglesias vive mejor con Rajoy como presidente del Gobierno, pero los ciudadanos no y por eso han perdido un millón de votos en estas últimas elecciones. Estamos asistiendo al declive electoral de Iglesias, pero eso también depende de nosotros», llegó a decir Sánchez.

«El hijo político de Anguita ha fracasado»

«El hijo político de Anguita ha fracasado como fracasó el padre», señaló Sánchez. Tras dos semanas de silencio, el líder socialista arremetió contra Iglesias y su «conglomerado de 25 siglas que solo pretendían derrotar al PSOE con el aplauso de la derecha».

Sánchez volvió a insistir en que el no «sorpasso» refleja el «fortalecimiento del PSOE como alternativa de gobierno» y de que Unidos Podemos no consiguió en las elecciones adelantar a los socialistas porque los españoles han «descubierto que Iglesias vive mejor con Rajoy de presidente que con un presidente socialista», indicó.

La falta de autocrítica ha provocado malestar entre algunos barones que hace una semana hablaban de que Sánchez tenía que dar la cara y hacer autocrítica del «declive» del partido tras conseguir el peor resultado de su historia. Desde el principio, los barones con mayor peso territorial aseguraron que el PSOE tenía que ir a la oposición e, incluso, algunos aseguraron que deberían facilitar por «mínimos» que Mariano Rajoy gobernase.