Sánchez explicará en el Congreso la posición de España con Arabia Saudí
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciará la posición de España con Arabia Saudí tras el asesinato del periodista crítico con Riad Yamal Khashoggi. El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, no ha valorado este lunes la petición alemana de que los países de la UE dejen de vender armamento a Arabia Saudí mientras no se aclare la muerte de Khashoggi, y se ha remitido a la comparecencia que tiene prevista el presidente del Gobierno el próximo miércoles en el Congreso.
«El miércoles el presidente del Gobierno intervendrá sobre este tema en la Cámara», ha dicho Borrell a los periodistas tras asistir al acto ‘Somos Iberoamérica: legislando por el empoderamiento de las mujeres’ en la sede de su Ministerio.
El ministro solo ha avanzado que el Ejecutivo está «en contacto» con Alemania. El Gobierno de Angela Merkel anunció el domingo que no venderá armamento a Arabia Saudí mientras se mantenga la incertidumbre sobre la muerte del periodista saudí crítico con el régimen y este lunes el ministro de Economía, Peter Altmaier, ha pedido a los socios europeos que hagan lo mismo.
Cuando Sánchez hable el miércoles, el Gobierno tendrá ya sobre la mesa la información que facilitará el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que ha avanzado que el martes revelará la verdad «al completo».
Borrell también ha subrayado que el Gobierno ya emitió el sábado un comunicado «rotundo y claro» sobre el tema, de manera que ahora «toca esperar» a la comparecencia de Sánchez en el Congreso y el debate con los grupos parlamentarios.
En ese comunicado, emitido un día antes de que Reino Unido, Francia y Alemania difundiesen uno de manera conjunta, el Gobierno español se declaraba «consternado por las informaciones preliminares de la fiscalía saudí sobre la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi en el Consulado del Reino de Arabia Saudí en Estambul».
Además de expresar el pésame a sus allegados, el Gobierno se sumó al llamamiento del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, para que «los responsables de estos gravísimos hechos respondan ante la justicia tras una investigación exhaustiva y transparente».
La venta de armamento a Arabia Saudí se ha convertido en un asunto delicado para el Gobierno de Pedro Sánchez, primero a la luz de la guerra en Yemen y ahora tras la muerte del periodista Yamal Khashoggi, desaparecido desde que entró el 2 de octubre en el Consulado saudí en Estambul y sobre cuya más que probable muerte se han sucedido distintas filtraciones en Turquía y distintas explicaciones saudíes.
En España, a raíz de un bombardeo en el que murieron decenas de personas en Yemen, incluidos varios niños, el Gobierno anunció en agosto que revisaría las condiciones de venta de armamento a países de Oriente Próximo para garantizar que se cumplen las condiciones de la venta, especialmente el compromiso de no utilizarlas en terceros países.
Pocas semanas después, el Ministerio de Defensa confirmó una información según la cual se suspendía un contrato de venta de 400 bombas láser del Ejército de Tierra, valorado en 9,2 millones de euros. Sin embargo, pocos días después del Gobierno dio marcha atrás por temor a que Arabia Saudí suspendiese el contrato multimillonario (1.800 millones de euros) para la construcción de cinco corbetas en los astilleros gaditanos de Navantia.
El Gobierno alegó entonces que no había encontrado ninguna irregularidad que le permitiese suspender el contrato de venta de las bombas y que tenía que cumplir el contrato firmado por un Gobierno anterior. También afirmó que se trataba de material «de precisión» que no debería causar víctimas colaterales.