España

Sánchez entrena a la Legión en labores de antidisturbios en plena avalancha de inmigrantes ilegales

El Gobierno es consciente de la tensión por la que atraviesa España, y en concreto las plazas de Ceuta y Melilla, en materia de inmigración y del clima de crispación intermitente existente con Marruecos. Son muchas las plazas nacionales que cuentan con presencia de La Legión, y, por supuesto las dos mencionadas. Por eso, el Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez ha decidido reforzar la formación de estas unidades militares en labores de policía antidisturbios.

El Gobierno quiere que los legionarios estén operativos en funciones de control de masas ante posibles disturbios. Por eso, ha formado este pasado verano a estas unidades de élite militar en funciones antidisturbios. En tareas más habituales de la Policía Nacional o Guardia Civil, que del Ejército.

La revista oficial de La Legión ha dejado constancia de ello en su último número. Allí se describe como “la 2ª Compañía de la Bandera Millán Astray” ha sido “la anfitriona de personal perteneciente a diferentes Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE), para enfrentar los seminarios de detención, defensa policial y control de masas así como el de sanidad táctica operativa”.

Esas jornadas han contado con “el asesoramiento de instructores de la Guardia Civil” o “Policía Nacional”. Y se han intentado “combinar todo tipo de aptitudes y conocimientos” en “dos seminarios paralelos en los que personal de la X Bandera, Grupo de Caballería, pudieron instruirse y mejorar sus procedimientos en técnicas de detención y control de masas y de asistencia sanitaria inmediata”.

Durante el seminario de detención y defensa policial, los “legionarios aprendieron las técnicas más modernas usadas por nuestras FCSE, adaptando las mismas al armamento y material con el que se contaría en un despliegue en zona de operaciones de una Bandera de La Legión”, destaca el artículo.

“El alumnado pudo conocer las más novedosas técnicas de detención de personal violento bajo efectos de alcohol y drogas, engrilletamiento de personal pacífico, agresivo o armado; y, por supuesto, la adaptación de los últimos procedimientos de CRC (Crowd and Riots Control), a nuestros medios, llegando a ejecutar a la perfección movimientos de sección en vehículos militares con posteriores despliegues coordinados de temas, capaces de avanzar, disolver masas con armas no letales o replegar ordenadamente en caso necesario”, añade en detalle la publicación. Paralelamente, los “cuadros de mando y legionarios (especialmente del pelotón de sanidad), participaron en el seminario de Sanidad Operativa, que coincidió con el tradicional seminario impartido en verano, a la par que se dio continuidad a la gran labor realizada por el pelotón de sanidad de la Bandera”.

De hecho, “como ejercicio final” se llevó a cabo una actuación táctica conjunta “en la que se pusieron en práctica y se evaluaron los conocimientos adquiridos en cada uno de los seminarios. Lo que, a priori, parecía ser una detención de personal violento bajo los efectos de alcohol y drogas, derivó en la necesidad de actuación de una unidad, la cual se vio involucrada en una acción de control de masas en la que debió realizar cargas, repliegues, detenciones de personal sospechoso, protección de equipos sanitarios y asistencia a los mismos. Además, el jefe del dispositivo, tuvo que coordinar sus acciones con equipos de asistencia sanitaria, los cuales reaccionaron frente a heridas provocadas por arma blanca, de fuego y neumotórax a tensión, simulados con diferentes materiales”, aclara el texto de la revista de La Legión.

Presencia en Ceuta y Melilla

La Legión cuenta con importantes dotaciones en el Sur de España. Dispone de la Brigada ‘Rey Alfonso XIII’ II de la Legión en Málaga y Almería. Este cuerpo de élite cuenta igualmente con una labor histórica en Ceuta y Melilla. En Ceuta, con el Tercio Duque de Alba 2º de La Legión. En Melilla, con el Tercio Gran Capitán 1º de La Legión.

Y la preocupación del Gobierno por las entradas de inmigrantes es creciente. El Ministerio del Interior, de hecho, ha reconocido abiertamente que los aproximadamente 10.000 inmigrantes ilegales que asaltaron las vallas de Ceuta el pasado mes de mayo, como respuesta por parte de Marruecos a la estancia de Brahim Ghali en España, no forman parte de las estadísticas oficiales. El motivo: una decisión oficial un tanto incomprensible, pro que refleja el impacto político de este tipo de hechos en la estrategia electoral del PSOE.

Hasta ahora, el departamento de Fernando Grande-Marlaska advertía de que las cifras eran parciales y estaban temporalmente «bajo análisis». En el último balance ya se explica, con una nueva fórmula, que esas entrada masivas no forman parte de los datos. De hacerlo, reflejarían un aumento superior al 6.500 % respecto a los saltos de 2020.