España

Sánchez aprovechará su viaje al G7 en Biarritz para reunirse con Ortuzar (PNV) y Revilla (PRC)

Las cosas de palacio, tal como dice el dicho, van despacio y parece que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, toma la calma del refrán al pie de la letra. El socialista continúa aún de vacaciones, a pesar de que la intención inicial era reincorporarse este lunes a sus labores gubernamentales, y esto obliga a modificar toda la agenda de contactos políticas prevista inicialmente. A lo largo de la semana la previsión era que se sucedieran encuentros con los líderes del PNV, Andoni Ortuzar, y el del Partido Regionalista de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. 

En concreto, según ha podido saber OKDIARIO, Sánchez se reunirá con Ortuzar y Revilla, además de con el lehendakari Iñigo Urkullu y los portavoces del PNV y el PRC en el Congreso, Aitor Esteban y José María Mazón, a lo largo del fin de semana. El presidente en funciones aprovechará el viaje a la localidad francesa de Biarritz, invitado por el presidente de  Francia, Emmanuel Macron, a participar en la cena oficial de la cumbre anual del G7, para verse con los representantes de los nacionalistas vascos y los regionalistas cántabros.

El líder socialista, que ha sustituido a la vicepresidenta Carmen Calvo al frente de las negociaciones para alcanzar un acuerdo de Gobierno, ya viajó el 5 de agosto a Valencia para reunirse con los representantes de Compromís. Fue entonces cuando se anunció el encuentro con el PNV y el PRC, reuniones que se habían fijado para a partir de este lunes, pero que se acabarán retrasando dada la prolongación de las vacaciones del presidente y su familia en Doñana. Sánchez, además, tiene previsto volver a Madrid a mediados de semana y participar el viernes en el único acto que tiene agendado, la reunión semanal del Consejo de Ministros.

Desde el PSOE insisten en que la voluntad de Sánchez es lograr los apoyos necesarios para acudir a una segunda ronda de consultas con Felipe VI con la seguridad de aceptar el encargo pudiendo ser investido. Si no tiene esas garantías, probablemente decline la invitación del jefe del Estado a someterse al debate de investidura y consecuentemente a formar Gobierno.

Con este nuevo retraso, además, Sánchez deja muy poco margen a Felipe VI para convocar a los distintos líderes en el Congreso de los Diputados, algo que deberá hacer la primera semana de septiembre para que, posteriormente, la presidenta, Meritxell Batet, fije una fecha para el inicio del debate de investidura, aunque no más tarde del 18 de septiembre porque, en caso de no obtener la mayoría necesaria en la primera votación –algo que parece improbable–, los diputados tendrían que volver a votar el día 21, ya que el 22 Sánchez tiene previsto viajar a Nueva York a la asamblea anual de la ONU.