España
Elecciones Generales 2019

Ruido de sables en el PSOE: “Si Sánchez no gobierna, los suyos se lo cargarán”

Las maniobras para reemplazar al líder socialista en el caso de no reeditar el Ejecutivo empiezan ya a correr en el PSOE. Pedro Sánchez confía en el retorno de Pablo Iglesias para mantenerse en La Moncloa.

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Pedro Sánchez se enfrenta a dos riesgos el próximo 28 de abril: perder el Gobierno y perder el liderazgo de su partido. Las maniobras para reemplazar al líder socialista en el caso de no reeditar el Ejecutivo empiezan ya a correr en el PSOE. Y diputados críticos con el actual inquilino de Ferraz coinciden en que los movimientos más peligrosos para Sánchez no vendrán precisamente de su sector, sino de quienes ahora tiene por aliados. «Si no gobierna, los suyos se lo cargarán», aseveran convencidos.

Quedar fuera de La Moncloa dejará en debilidad a todo el séquito que ahora cierra filas con el todavía presidente. Perder el Gobierno les obligaría a buscar una nueva colocación, o a asegurarse el futuro dentro del partido. De puertas afuera, pocos cuestionan a Sánchez. De puertas para dentro, sí. Las críticas a su gestión, sus maniobras con el independentismo o sus gestos cosméticos, a la par que polémicos, han corrido estos meses por todos los canales internos, conversaciones privadas y grupos de WhatsApp. El propio Sánchez sabe que sólo ganar la presidencia le confirmaría en el liderazgo.

No sería la primera vez que el dirigente socialista se enfrentaría a un intento de derribarle, y el recuerdo del Comité Federal del 1 de octubre está presente. Entonces, la mitad de la Ejecutiva dimitió para forzar su salida. Sánchez intentó atrincherarse, reclamando un congreso extraordinario, pero la propuesta fue rechazada por el Comité Federal y acabó dimitiendo, dejó su escaño en el Congreso y aseguró que iniciaría la ‘conquista’ de la militancia para regresar, algún día.

Ese supuesto apego a las bases le llevó a ganar de nuevo la Secretaría General. Pero de aquello, poco queda. El que entonces se hizo llamar ‘candidato de la militancia’ está más alejado de ella que nunca: se denuncian sus ‘dedazos’ en la confección de las listas, y también su falta de palabra tras asegurarles que tendrían peso en las decisiones más trascendentes para el partido.

Confía en la vuelta de Iglesias

La viabilidad de Sánchez tiene sólo un camino: que Podemos no quede en la irrelevancia y logre suficiente representación para sumar. El único plan es reeditar la mayoría parlamentaria que le permitió ganar la moción de censura, con Iglesias, independentistas y PNV.

La preocupación está, precisamente, en la crítica situación en que la formación morada afronta el próximo ciclo electoral. Paradójicamente, Sánchez ve en el regreso de Iglesias el revulsivo para tratar de contener el voto, y mantenerse en La Moncloa. Los socialistas necesitan que Podemos no baje del entorno de los 40 diputados, algo que las encuestas no garantizan, para enfrentarse a un eventual pacto de centro-derecha entre PP, C’s y VOX.  

La izquierda confía en que la fragmentación del voto, de la que alertó el propio Pablo Casado, frustre esa alianza. Pero también en su propia movilización, algo que a día de hoy nadie asegura. La abstención es un riesgo evidente, tanto para el PSOE como para Podemos. Como también los indecisos. Por ahora, según expertos demoscópicos, la movilización de la izquierda obedece al temor a que el escenario andaluz se traslade a las generales. Sin embargo, opinan, mantenerla será un reto difícil, y podría desinflarse en la recta final.

Por su parte, en el centro y derecha la clave está en los indecisos. Sobre todo, en los jóvenes (primeros votantes entre 18-35 y las generaciones de mediana edad entre 35-45). A día de hoy, el bloque PP, C’s y VOX tiene más opciones, siempre que el voto se mantenga estable y ninguno de los tres partidos se venga abajo en las próximas semanas.