Rivera cita a Adolfo Suárez, Iglesias a las Brigadas Internacionales
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha puesto este jueves los cimientos de su papel en el futuro Congreso.
Así, ha escogido una célebre cita de Adolfo Suárez para hilvanar un discurso centrado en la necesidad de buscar grandes consensos de Estado. «Vamos a tener que cambiar las cañerías sin cortar el agua para que España siga funcionando. Es el momento de hacerlo entre todos», ha dicho el dirigente de centro. La alusión ha marcado las distancias que Rivera trata de alargar con respecto a Podemos: previamente, Iglesias inició su discurso con una alusión a la Guerra Civil y las Brigadas Internacionales.
Los ataques a Iglesias han sido de hecho recurrentes. Así, Rivera ha recordado al líder morado que «la nueva política no es gritar, es dar soluciones a los españoles». Y para ilustrarlo, ha reclamado como una de las «pancartas» de Ciudadanos la de la factura de los libros de texto. El acuerdo suscrito con el PP obliga a que sean gratuitos en la educación pública.
Rivera ha acusado a Iglesias de anteponer su rédito partidista al interés de los españoles. «Nosotros estamos aquí para servir no para ganar. Usted señor Iglesias quiere ganar y desbancar al PSOE, pero no es nuestro objetivo», le ha espetado.
El líder de centro ha hurgado en donde más duele a Podemos, las fracturas que dividen a los emergentes ante la estrategia de la revuelta callejera. «Les pido que no mientan: IU, que está en Unidos Podemos, se han sumado a la convocatoria. Ustedes no lo saben, o a usted señor Errejón, no se lo han contado. No rodeen las instituciones, si ustedes están dentro», ha advertido, en referencia al «Rodea el Congreso», convocado para este sábado.
También ha pasado por la vinculación de los dirigentes podemitas con el gobierno de Chávez. «Tenemos que preguntarnos si en el futuro queremos ser Dinamarca o Venezuela. Yo lo tengo claro: prefiero parecerme a los países centroeuropeos», ha resuelto. Rivera ha considerado que el debate del futuro tendrá que enfrentarse entre «populismo, vieja política o una tercera vía» que quiere liderar.
«Allí arriba hay tiros, eso es un golpe de verdad»
En uno de los momentos más emotivos del debate, el dirigente naranja ha reprochado que los líderes de Podemos se refieran a un ‘golpe de Estado’ para calificar el próximo gobierno del PP.
«Miren, señores Iglesias, Errejón. Allí arriba hay tiros. Eso es un golpe de verdad. Y el señor Carrillo se quedó ahí, en el escaño que ocupa el señor Madina.Ustedes hablan de eso ahora y este Gobierno no es de Ciudadanos, pero es legítimo y de todos los españoles. Se permiten hablar del partido único, del golpe de Estado, ¿en qué mundo viven? Aquí hay 14 partidos. Estamos en democracia. Les pedimos que se sumen a las reformas, pero también que respeten las reglas de juego», ha observado Rivera ante la mirada atenta de la bancada popular. La referencia ha provocado un silencio total en el hemiciclo y ha marcado un punto de inflexión en el discurso.
En cualquier caso, Rivera ha evitado caer en la condescendencia con el PP. Ha avisado a Rajoy de que le atará en corto y que ejercerá una oposición vigilante. «Le pido que no se ponga la venda antes que la herida. Le veo demasiada insistencia en que va a ser difícil, pero el mayor responsable de que vaya bien es usted. Si cumple las exigencias de Ciudadanos, irá bien. Confío y quiero confiar», le ha emplazado.
Rivera ha invitado a los populares a buscar leyes que «perduren en el tiempo». En caso contrario, ha advertido a Rajoy, «esto puede durar muy poco».
No obstante, y más allá de los avisos, ha imperado el tono conciliador. El dirigente naranja ha considerado que la legislatura se jugará «partido a partido». «Pero estamos todos en el mismo equipo», ha añadido. Para empezar, Rivera se ha comprometido a negociar los Presupuestos, que considera «el primer examen de gobernabilidad», para vigilar que se incluyan sus exigencias.
Rajoy descarta derogar «leyes útiles»
En su réplica, Rajoy se ha reafirmado en las medidas firmadas con Ciudadanos aunque ha advertido de que sus prioridades serán preservar la estabilidad presupuestaria y también sus grandes reformas, en las que ha situado la laboral y la de la LOMCE.
«Si empezamos a derogar leyes que han sido útiles vamos a hacer un flaco favor a España», ha avisado, aunque después ha matizado que»no derogar no significa que no se puedan tocar». Rajoy se ha mostrado convencido en que podrá convencer a Rivera en sus futuras conversaciones.
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