España

Rajoy aplaza la fecha de investidura a una posible reunión con Sánchez

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Mariano Rajoy quiere medir los tiempos, llevar la batuta de las negociaciones. Por eso, ni despeja una fecha de investidura, ni tampoco si acudirá a la votación en el Congreso, ni si acepta las condiciones de Ciudadanos para negociar el desbloqueo de la legislatura.

El presidente en funciones  ha aprovechado, en resumen, su intervención ante los medios, al término del Comité Ejecutivo de su partido, para descargar la responsabilidad en los socialistas. Rajoy ha citado así al líder del PSOE, Pedro Sánchez, a un encuentro ‘a dos’ para concretar la fecha de investidura, una pre-condición exigida la pasada semana por Ciudadanos para avanzar en las negociaciones. Sánchez ya ha avanzado que está dispuesto a reunirse con Rajoy, pero para trasladarle el ‘no es no’, en el que se enroca desde las elecciones.

«Lo importante no es la fecha del debate sino la fecha del Gobierno. Ciudadanos se ha movido, pero el PSOE parece preferir que se repitan las elecciones. Lo que procede ahora es que yo pueda tener una conversación con Sánchez  para ver cuándo cree él que debe ser el debate de investidura», ha anunciado el candidato popular.

Aunque no ha dado más detalles sobre ese posible encuentro, Rajoy se ha mostrado dispuesto a que sea cuanto antes. Incluso esta misma semana. «Por mí si», ha asegurado. No obstante, ha asumido también la cerrazón del socialista. «Si tengo la suerte que se pueda producir», ha apostillado. Fuentes del partido explican que por ahora no se han producido contactos para concretar una cita.

El presidente en funciones ralentiza así la urgencia de Ciudadanos para iniciar las negociaciones y  traslada la presión  a los socialistas.  Rajoy quiere dar plazo a nuevas conversaciones y evitar, en definitiva, acudir a la votación en el Congreso sabiéndola fallida.  En repetidas ocasiones, de hecho, ha insistido el dirigente popular en que el apoyo de Rivera y Coalición Canaria, formación con la que también mantiene contactos- 170 escaños- es insuficiente para que la legislatura eche a andar.  «Ha sido un paso importante, pero no es suficiente», ha asumido.

Presión sobre el líder del PSOE

El tono de Rajoy ha sido pesimista, y las alusiones a la posibilidad de que se repitan los comicios, insistentes. «Después de la II Guerra Mundial no hay ningún país en Europa donde se hayan repetido elecciones», ha resumido, de forma gráfica, y en apelación directa al PSOE.

Rajoy ha prometido que hará todo lo que pueda para formar gobierno pero ha repetido que la investidura no será posible si el Partido Socialista «no da ese paso» necesario. Una nueva cita con las urnas sería, ha considerado el popular, un «disparate».

«Es una anomalía estar en funciones durante ocho meses. Esta situación es mala para España y la única urgencia es forma un gobierno y formar elecciones», ha avisado. El presidente en funciones ha advertido de la urgencia de presentar a Bruselas los datos presupuestarios para el próximo curso.  «Esta situación es mala para España y la única urgencia es formar un gobierno y que no se repitan elecciones».

Luz verde del Comité a negociar con C’s

Como era previsible, el Comité Ejecutivo  ha dado ‘carta blanca’ a Rajoy para negociar con los de Rivera sobre las seis condiciones para la investidura. Rajoy había delegado en el máximo órgano de dirección de su partido el visto bueno a aceptar las exigencias, a las que el partido de centro supedita el ‘sí’ para hacer presidente al candidato del PP.

«El Comité de mi partido me ha autorizado a mí y a la dirección nacional de mi partido a negociar con Ciudadanos», ha confirmado Rajoy, que ha anunciado una reunión con el líder de la formación de centro para empezar a negociar «un acuerdo de investidura cobre presupuestos, techos de gasto y políticas de estabilidad».

Su primer «objetivo será crear empleo; el segundo, mantener los servicios sociales; tercero, la lucha antiterrorista; cuarto, la estabilidad institucional y quinto, la integridad territorial».

Contra pronóstico, en el cónclave popular  no se han abordado en profundidad estas exigencias, ni tampoco los matices que los populares pretenden introducir, la mayoría para salvar impedimentos de orden jurídico. Varios dirigentes han tomado la palabra para recordar que muchas de estas medidas ya se incluían en el programa de los populares pero, según fuentes del partido, nadie ha ido más allá.

«Nadie ha dicho ni una palabra sobre las condiciones», ha asegurado Rajoy ante los periodistas. «El PP no ha venido a hablar de investidura, sino que ha autorizado a negociar con Ciudadanos», ha añadido. El líder popular sólo ha avanzado que «mientras no se nos pida nada que perjudiquen los intereses de los ciudadanos, podemos aceptar muchas cosas, o no».

Un comité plácido

El Comité, han informado fuentes del PP, ha transcurrido plácidamente y con un unánime «cierre de filas» en torno a Rajoy y a su programa de gobierno.

Según fuentes presentes en la reunión, el presidente en funciones ha insistido a los suyos en que el acuerdo con Ciudadanos es insuficiente y que se precisa del concurso del PSOE para formar gobierno. En ese caso, les ha advertido también, la legislatura que queda por delante será «difícil», ya que requerirá de un enorme esfuerzo negociador.

Ante los más de 90 presentes en la reunión, el dirigente popular insistió en que su deseo siempre ha sido un gobierno de coalición con el PSOE y, en su caso, también incorporando a Ciudadanos. La única fórmula, sostiene, para un Ejecutivo en estabilidad, capaz de cumplir con las obligaciones europeas y afianzar la recuperación económica.

Al Comité no han asistido los invitados más ‘incómodos’, como Rita Barberá. La exalcaldesa de Valencia, salpicada por el caso Taula-no está imputada aunque así lo requiere la Fiscalía- no había acudido tampoco a citas anteriores. El expresidente madrileño Ignacio González, investigado en el caso Ático, tampoco asistió por haber renunciado a principios de año a sus responsabilidades en el partido, al igual que la exministra Ana Mato, que la pasada semana solicitó su baja en el órgano de dirección.