Torra pedirá a Sánchez el control absoluto del aeropuerto de El Prat
La Generalitat se está aprovechando de la debilidad del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y las peticiones que Quim Torra realizará a cambio del apoyo a los Presupuestos incluyen el control absoluto del aeropuerto de El Prat, una instalación estratégica, puerta de entrada de millones de extranjeros cada año.
El Gobierno de Sánchez está dispuesto a ceder más de lo que nadie hubiese podido imaginar. La rendición de Sánchez llega al extremo de negociar con la Generalitat por medio de un “relator” neutral como si se tratase de dos países diferentes y de dos soberanías. Y el Govern de Quim Torra no desaprovechará la oportunidad para pedir todo lo que se le pase por la cabeza: incluido, como ya tiene decidido exigir, el control absoluto del aeropuerto de El Prat.
La petición esconde todo un plan de promoción internacional incalculablemente más eficaz que las muy caras e inútiles embajadas catalanas en el exterior. Y es que el aeropuerto es una de las grandes puertas de llegada de los turistas y viajeros extranjeros a España. Y una de las que el separatismo quiere convertir en el gran escaparate de la república catalana. Porque el control por su parte significaría llenar El Prat de toda la simbología separatista de modo que nadie de los que entrase en esta región española pudiese pensar que realmente está usando territorio español.
El Gobierno de Sánchez sabe perfectamente que esta petición ha empezado a sonar. De hecho, sensible a este asunto, el Consejo de Ministros que se reunió recientemente en Barcelona aprobó una declaración de condena el consejo de guerra que en 1940 condenó a muerte al presidente de la Generalitat Lluis Companys, y el cambio de denominación del aeropuerto de El Prat para pasar a llamarse Josep Tarradellas. La propia portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, aseguró aquel 21 de diciembre que el cambio de nombre quiere transmitir un mensaje de «concordia, entendimiento, diálogo”.
Una infraestructura clave
El Prat es, además, una de las infraestructuras básicas de Cataluña, hasta el punto de que ha sido uno de los objetivos clásicos de intento de toma por parte de los CDR en cada ataque realizado. Y es que lo consideran un paso necesario en lo que denominan que es su supuesto “derecho de control de sus fronteras”.
El plan del golpe de Estado separatista del 1-O preveía igualmente la toma inmediata del control del aeropuerto de El Prat. Y su logro se puede convertir en todo un símbolo de avance en su carrera por la independencia.
Sánchez, por su parte, ya ha diseñado un paquete de transferencias para contentar a los independentistas de cara a sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. Entre otros traspasos, el jefe del Ejecutivo pretende transferir el Poder Judicial, las políticas de inmigración y protección civil. Y esas políticas de inmigración, una vez más, tienen mucho que ver con el control de El Prat, una de las principales vías de entrada de inmigrantes en Cataluña.
Pedro Sánchez quiere lograr como sea el respaldo de los separatistas para poder continuar en el poder. Y el orden de los nuevos traspasos de competencias a la Generalitat para contentar a los hombres de Torra, Puigdemont o Junqueras ya está definido.
Hay que recordar que la Justicia es básica para los golpistas porque les permitiría controlar posteriores procesos judiciales relacionados con el separatismo; la protección civil es clave por motivos obvios; y la inmigración ha sido ya utilizada por CiU en el pasado para introducir inmigrantes no hispanohablantes y marginar de esa manera el uso del castellano en Cataluña.
El plan pasa por dar estas competencias a la Generalitat que, tal y como ya ha publicado OKDIARIO, sería necesaria una primera reforma de la Constitución y su sometimiento a referéndum en toda España para poder ampliar la capacidad de cesión de cuotas de poder a los separatistas. Y es que los traspasos y sumisión que plantea Sánchez no caben en el actual marco constitucional.