El PSOE potencia desde Moncloa las asociaciones de vecinos en busca del voto de su millón de afiliados
El PSOE ha impulsado una iniciativa para desarrollar una legislación que proteja a estas asociaciones, con la vista puesta en capitalizar su voto

Pedro Sánchez quiere monopolizar el apoyo del asociacionismo para mermar su respaldo a los nuevos partidos de izquierdas, como Sumar y Podemos. Por este motivo, los socialistas buscan impulsar una ley que «garantice los derechos» de las asociaciones vecinales, con el objetivo de «reconocer su labor social». Lo cierto es que esta maniobra tiene -como es habitual- un objetivo electoralista: estas organizaciones cuentan con un millón de afiliados, un amplio nicho de votantes que Sánchez no quiere descuidar.
Concretamente, el PSOE ha presentado una proposición no de ley de reconocimiento del movimiento vecinal, que se debatirá este martes en el Pleno del Congreso de los Diputados. «El movimiento vecinal, que forma parte de la sociedad civil organizada, y que ha dejado una profunda huella en nuestras ciudades y pueblos, resulta de gran importancia, no sólo por su pasado. Es evidente el importante papel del movimiento vecinal por su carácter democrático, territorial, integral, como cauce de participación ciudadana. Por ello, consideramos necesario su reconocimiento como parte fundamental de la sociedad civil organizada de nuestro país», reza el citado texto.
Para conseguir este reconocimiento, el PSOE quiere promover las asociaciones y «el desarrollo del movimiento vecinal». Para ello, el partido de Pedro Sánchez propone «analizar el establecimiento de una regulación específica que establezca los principios rectores de actuación de las organizaciones vecinales, garantizando sus derechos y obligaciones». Con esta maniobra, los socialistas buscan ganarse el apoyo de estas organizaciones, que desde la aparición de los nuevos partidos de izquierdas se han vinculado a formaciones como Podemos y Sumar.
Sin embargo, el crecimiento de afiliados a estos movimientos vecinales les han convertido en un objeto de deseo para las formaciones políticas, que buscan capitalizar el voto de una izquierda muy fragmentada. Y lo cierto es que, estas organizaciones cuentan con un capital humano nada desdeñable: en España más de un millón de personas pertenecen a asociaciones vecinales. Un millón de votos, que con el impulso a estas organizaciones Sánchez quiere para sí.
Chiringuitos de «acción social»
El año 2024 ha evidenciado la fragilidad parlamentaria de Pedro Sánchez. Sus aliados en la investidura —Junts, PNV, Bildu y ERC— han bloqueado diversas iniciativas legislativas del Ejecutivo, complicando la gobernabilidad. El nuevo año comienza sin Presupuestos y con incertidumbre sobre su aprobación, mientras el presidente se muestra decidido a mantenerse en el cargo. En este contexto, busca convertir a los jóvenes en aliados clave, promoviendo la creación de asociaciones juveniles y su movilización para la acción social, según un documento elaborado por el Gobierno.
El interés de Sánchez en captar el voto joven no es casual. En las elecciones generales de 2023, el líder socialista no solo fue el más votado entre los menores de 24 años, sino que duplicó el apoyo obtenido por la segunda fuerza más respaldada, Sumar. Mientras la formación de Yolanda Díaz alcanzó un 21% de los votos, el PSOE obtuvo un 44%, lo que representa casi la mitad de los tres millones de jóvenes con derecho a voto en ese rango de edad.
Por este motivo, el Ministerio de Inclusión, bajo la dirección de Elma Saiz, busca consolidar este respaldo electoral. Según su informe, el objetivo es fomentar estructuras de participación juvenil que permitan a los jóvenes implicarse en temas como ocio saludable, formación, salud y cultura. No se trata solo de darles voz, sino de activarlos para la acción social.
El voto juvenil fue un eje central en el último Congreso Federal del PSOE, celebrado en diciembre en Sevilla. En esa ocasión, el partido se comprometió a modificar la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) para otorgar el derecho a voto a los mayores de 16 años. Además, el PSOE aspira a aumentar en 10 puntos porcentuales la participación juvenil en las elecciones durante la próxima década, involucrándolos más en la elaboración de programas electorales y campañas.
Asimismo, los socialistas proponen campañas educativas que refuercen la importancia del voto, fomenten el pensamiento crítico y transmitan un mensaje claro y motivador sobre el papel del sufragio en la democracia, con especial énfasis en la implicación de la juventud en asociaciones.
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