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MARRUECOS

La prensa afín a Mohamed VI aplaude el viaje de Sánchez porque reafirma su «giro histórico» en el Sáhara

La prensa marroquí destaca que el viaje a Marrakech del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, va más allá de la esfera privada y tiene una significativa carga política tras el 23J. Los medios oficialistas, altavoces de facto de Mohamed VI, entienden que la visita del líder socialista es una reafirmación de sus relaciones con Marruecos y de sus planes para apoyar la hoja de ruta marroquí para el Sáhara Occidental. Una cesión de Sánchez que no comparte ni su socio de Sumar ni otros socios parlamentarios como ERC o EH Bildu.

Las fotografías de Sánchez, su esposa Begoña y sus hijas Ainhoa y Carlota paseando tranquilamente por el zoco de Marrakech «expresan la solidez de las relaciones que mantienen los dos vecinos del Mediterráneo, sobre todo tras el apoyo del Gobierno de Sánchez a la marroquinidad del Sáhara, un giro histórico en la política exterior española para con Marruecos». Así de contundente se muestra el diario marroquí Rue 20, una de las cabeceras que más fielmente representa la línea editorial oficialista. Es, además, el primer medio que dio la noticia del viaje.

En su primera jornada en Marrakech, a donde se desplazó en un vuelo regular de Iberia, Sánchez y su familia han recorrido la emblemática plaza Jemaa El-Fna y los mercados circundantes entre fuertes -pero discretas- medidas de seguridad. Entre ellos, los al menos tres escoltas personales con los que viajó en el vuelo. «Las fotos de Sánchez y su familia echaron humo en las redes sociales marroquíes con comentarios llenos de alegría y bienvenida», recalca la prensa local.

Pedro Sánchez y su familia en Marrakech.

Argelia

Pero además de interpretar la presencia de Sánchez como un refrendo a su posición sobre el Sáhara, la prensa afín a Mohamed VI también ve un mensaje velado a Argelia, donde «se ha visto con cierto enfado y cautela».

«Está claro que Sánchez resta importancia a los comentarios que vienen del régimen argelino, que ha preferido declarar la guerra a España tras su apoyo al Sahara marroquí» inciden desde Rue 20, una voz autorizada del Gobierno marroquí.

La clave política de su viaje, que Moncloa insiste en rodear de un halo de privacidad al tratarse de unas «vacaciones familiares», también alcanza a la política nacional. Cabe recordar que ni siquiera en su propio bloque parlamentario, el mismo que está inmerso en negociaciones para alcanzar una mayoría suficiente que invista a Sánchez de nuevo presidente, hay unanimidad en torno al asunto del Sáhara.

Por la parte de Sumar, Yolanda Díaz ha dejado claro que apoya las tesis de la autodeterminación del pueblo saharaui, y ha dejado constancia de ello colocando en los puestos de salida a Tesh Sidi, una activista saharaui de 29 años que el próximo 17 de agosto, cuando tome posesión de su acta, se convertirá en el primer diputado saharaui en el Congreso de los Diputados. Parecidas posiciones mantienen ERC y EH Bildu, dos de los socios esenciales de la coalición.

Viaje inesperado

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, comenzó este martes sus vacaciones y, a diferencia de otros años, ha puesto rumbo por sorpresa a Marruecos. Según confirmaron fuentes de Moncloa, Sánchez pasará unos días allí con su familia en lo que aseguran es un «viaje estrictamente privado». La estancia de Sánchez en Marruecos se produce después de la polémica del espionaje de su móvil con el programa Pegasus y del giro en la política española sobre el Sáhara.

Moncloa recalca que esta vez –en otras ocasiones siempre aducen motivos de seguridad– Sánchez ha dejado aparcado el Falcon en Torrejón y ha llegado a Marrakech directamente en un vuelo regular. E insisten que en todos los gastos han sido «costeados íntegramente con recursos propios» del presidente. Fuentes del Gobierno también aseguran que Sánchez no tiene ningún tipo de agenda institucional en su visita a Marruecos.

Sánchez ha roto la tradición de los últimos años, en los que comenzaba sus vacaciones en la Residencia Real de La Mareta (Lanzarote). Esta vez, en plenas negociaciones para lograr la investidura, el presidente en funciones ha apurado hasta el último día en Madrid.