MADRID

Los policías sobre el caso de la anciana trans olvidada en Barajas: «Es una gravísima brecha de seguridad»

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La anciana burló sin querer todas las medidas de seguridad del aeropuerto de Barajas.
Ángel Moya

La anciana de 92 años perdida en el aeropuerto de Barajas ha puesto de manifiesto una «gravísima brecha en la seguridad del aeródromo», según el Sindicato Unificado de Policía (SUP). La anciana olvidada en un autobús, decidió buscar ayuda a pie bajo la lluvia y salió de la zona exterior del aeropuerto entrando ilegalmente en España sin saberlo. La mujer podría haber muerto si no llega a ser rescatada por un camionero que la llevó de vuelta al aeropuerto, donde los trabajadores se negaron aceptarla en un primer momento al haberse convertido en «una inmigrante ilegal».

Ante la situación denunciada por OKDIARIO, desde el SUP puntualizan: «El asunto nos genera una profunda preocupación tanto por la desprotección en la que quedó una persona que pertenece a un colectivo vulnerable, como por la falta de control que permite que alguien pueda pasar de la zona aire al territorio español sin ningún tipo de supervisión ni de equipaje o pertenencias por la Guardia Civil ni control documental por parte de la Policía Nacional».

Los policías del SUP no dudan en señalar el origen de semejante situación surrealista: «Desde el Sindicato Unificado de Policía, reclamamos a AENA una mayor implicación, tanto en la supervisión y diligencia por parte de su personal, como en la seguridad e infraestructura de sus instalaciones, para evitar este tipo de situaciones inadmisibles. Los policías llevan meses denunciando los múltiples fallos de seguridad en las salas de inmigrantes del aeropuerto de Barajas, en unas dependencias obsoletas que hacen imposible garantizar el trabajo policial y de inmigración.

«Es fundamental que se depuren responsabilidades a la mayor brevedad y que se tomen medidas inmediatas para reforzar la seguridad en un aeropuerto internacional tan relevante como el de Barajas, cuya imagen y operatividad no pueden permitirse lagunas de esta magnitud», concluyen desde el SUP.

Inmigrante ilegal a su pesar

La anciana Samantha Flores, de 92 años, entró ilegalmente en España burlando la seguridad del aeropuerto de Barajas y todo sin quererlo. Sucedió el día 22 de enero de 2025, tal y como ella misma lo ha narrado a OKDIARIO.

La anciana aterrizó en el aeropuerto de Barajas a primera hora de la tarde, la recogieron los servicios de ayuda a personas con movilidad reducida y la olvidaron dentro de un autobús aparcado en el exterior del recinto aeroportuario. Al comprobar que estaba sola, la anciana salió del autobús e intentó buscar ayuda caminando. Sin quererlo, salió del recinto exterior de Barajas, cruzó una carretera y entró ilegalmente en España convirtiéndose en una inmigrante ilegal. Samantha, la anciana, resumía de esta forma su odisea: «Debe usted tener en cuenta que tengo 92 años y he viajado por todo el mundo, no me voy a quedar tirada en el suelo llorando».

La intervención de un camionero fue crucial para salvar la vida de la anciana que ya había salido del recinto de barajas y vagaba entre las carreteras de acceso al aeropuerto. «Si yo paso diez minutos más tarde no me encuentra, estaba yo fuera del aeropuerto y éste señor me llevó dentro,  me llevó a la sala de movilidad reducida de Barajas pero no me querían recibir y me iban a echar», explica Samantha Flores. «Me decían que no podían recibirme, que no podían hacerse responsable», puntualiza.

«Les enseño el billete de Iberia con el que vine y el pasaporte y me dicen que no tiene sello de entrada en España, ¿Cómo diablos va a tener sello de entrada «rey», si me abandonaron en una carretera del aeropuerto, les digo», explica la anciana con ironía. «Al ver mi billete de Iberia ya no tuvo más remedio que hacer algo porque me habían convertido en una inmigrante ilegal, así que dijeron de llamar a la Policía y ya fue otro rollo», cuenta Samantha.

«Se rompió la seguridad»

«Llegó la jefe de la Policía Nacional en ese momento, una mujer rubia y alta, se quedó muy extrañada y luego se enfadó con la gente del aeropuerto. Me dijo, ‘¡Cómo es posible que haya pasado ésto!’ y salieron todos los policías a verme».

Cuenta Samantha que la Policía resolvió rápidamente el entuerto, averiguó qué es lo que había pasado y puso solución, no sin enfadarse con el comportamiento de la gente del aeropuerto: «La agente de la Policía dijo ‘¡Aquí van a rodar cabezas por el trato que le han dado a esta señora!’ porque además de decirle mi edad, iba yo en silla de ruedas».

«Lógicamente, la mujer policía estaba muy enfadada porque se habían roto todos los protocolos. ¿Qué protocolo puede haber si estaba yo tirada fuera del aeropuerto en una carretera?», razona Samantha.

Rafael Martínez, es testigo y la persona que debía recoger a Samantha en el aeropuerto de Barajas. Acompañó a la anciana a formular el documento de Declaración de entrada en territorio nacional. No tiene reproches para la Policía Nacional, pero sí para la falsa sensación de seguridad que hay en el aeropuerto. Rafael es el anfitrión de Samantha. La mujer ha viajado a España para crear la Fundación Laetus Vitae de centros de día para mayores de edad.

«La Policía fue muy profesional, en cuanto llegaron, aclararon la situación de Samantha y la resolvieron. Ellos mismos eran los más indignados con lo que había pasado. La Policía no puede ir a recoger uno por uno a la gente en el avión, pero ésto no puede ocurrir. La seguridad en Barajas es de Mortadelo y Filemón, es la mejor forma de explicarlo», concluye Rafael.

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