España
CIBERDELINCUENCIA

La Policía investiga a un hacker de 18 años por atacar a la DGT y obtener varios carnets en un solo día

Se trata de un joven que lleva de cabeza a los investigadores especializados en delitos informáticos desde 2019, cuando sólo tenía 16 años

Ha pirateado desde la empresa municipal de alquiler de bicicletas hasta plataformas televisivas de streaming. Además del beneficio económico busca publicitar sus delitos

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  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Se llama Jose, tiene 18 años recién cumplidos y su habilidad informática sólo está a la altura de su descaro y de la impunidad que hasta ahora le están suponiendo los presuntos delitos digitales que está protagonizando. Desde hace unos días el Cuerpo Nacional de Policía le sigue de nuevo los pasos a este presunto hacker después de haber recibido la sorprendente información de que este chico podría haber vulnerado la seguridad de la página web de la Dirección General de Tráfico para obtener varios permisos de conducir en una sola jornada.

Por la información de la que disponen los investigadores, el pasado mes de enero, a mediados, la DGT habría sido víctima de un ciberataque perpetrado presuntamente por este jovencísimo hacker cuyo objetivo habría sido obtener varios permisos de conducción a su nombre sin haber realizado ningún tipo de examen previo, ni teórico ni práctico. Por el momento los agentes desconocen los detalles del presunto asalto virtual a una de las webs más seguras del país, no en vano está bajo el paraguas del Ministerio del Interior, pero conociendo el historial del presunto autor no les extraña lo más mínimo.

El tal Jose tiene una corta pero intensa carrera criminal como hacker en el mundo de los ciberataques. De hecho, este último hecho lo habría cometido presuntamente mientras se encontraba a la espera de ser juzgado por otros hechos similares que protagonizó siendo todavía menor de edad. Esta misma semana se ha celebrado esa vista que se ha resuelto con un acuerdo de conformidad un tanto irrisorio. El joven disfruta desde ahora de un régimen de libertad vigilada muy similar al que tenía justo cuando presuntamente atacó la DGT.

Al menos, los investigadores no empiezan de cero con este joven, del que ya tienen una ficha policial más que llamativa desde que apenas tenía 16 años, justo al principio de la pandemia. En aquel momento fue detectado por la Unidad de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional en colaboración con la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil cuando pirateó una aplicación destinada a la prescripción de recetas médicas para obtener datos personales de cientos de usuarios. El Estado de Alarma fue perfecto para las intenciones del joven quien no sólo disfruta vulnerando bases de datos teóricamente bien protegidas, sino que también parece que le divierte hacer publicidad de sus golpes.

Multidisciplinar

Lo que más llama la atención a los investigadores de este joven es su ritmo para cometer estos ilícitos. Cuando fue detenido por el asunto de la aplicación de las recetas estaba a punto de reventar la base de datos de una empresa de mensajería, otro de los sectores que dispararon su actividad y el número de sus clientes durante la pandemia. El joven fue detenido, fue puesto en libertad y a los pocos meses volvió a aparecer en el radar de las ciberpolicías españolas. Esta vez lo pillaron distrayendo 1.600 euros de las cuentas de una empresa a cuya base de datos pudo acceder para alterar el estado de sus pedidos que pasaban de estar “pendientes de pago” a “pagados” en un solo clic.

A este joven hacker se le ha relacionado con otros hechos que han llegado a afectar a bases de datos que afectan a la Seguridad Nacional del país y a otros ciberataques, algunos de los cuales estuvieron maquillados de cierto heroísmo que lo único que hacía era disimular su egocentrismo, ya que el objeto final de esas actividades era contarlas en sus redes sociales. Pasó por ejempló con el ataque a una plataforma de contenido televisivo en línea en el que se crearon más de 140.000 cuentas fraudulentas parar acceder al servicio. Esas cuentas el hacker decidió repartirlas entre sus seguidores en redes sociales. Otro de los ataques lo sufrió una empresa de alquiler de bicicletas que durante horas vio como en las pantallas de sus dispositivos de almacenamiento de las bicicletas podía leerse un mensaje de este chico reivindicando que había vulnerado los sistemas de seguridad de la compañía.

Al parecer el chico no tiene planes para dejar su presunta actividad a corto plazo porque además de la satisfacción de la impunidad está logrando importantes ingresos económicos. No hace mucho colgó en redes la factura de un pedido de bebidas para una fiesta. Se gastó más de 14.000 euros en lo que él mismo calificó en sus redes con un pantallazo de la factura como “ida de olla”. La Justicia tampoco está ayudando especialmente a la labor policial, ya que este joven no ha tenido reproches penales por sus actos más allá de restricciones de libertad extremadamente leves. Las fuentes policiales consultadas por OKDIARIO siguen rastreando su presunto ataque a la DGT, en lo que ellos mismos reconocen como “una más”.