España
'Caso fiscal general'

Los periodistas del ‘caso García Ortiz’ tardaron 9 meses en decir que tenían el mail antes que el fiscal general

La revelación supuestamente trascendental del juicio se produjo meses después de la polémica

El juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por presunta revelación de secretos contra Alberto González Amador ha puesto de relieve que los periodistas implicados tardaron nueve meses en afirmar que supuestamente habían tenido acceso al correo clave antes que el fiscal. Los testigos de Cadena Ser y El País han negado ante el Tribunal Supremo que la fuente fuera García Ortiz y no han presentado pruebas documentales concretas como pantallazos o registros de llamadas que sustenten la línea temporal que ahora defienden.

Así lo denuncia Foro Libertad y Alternativa, acusación popular del caso. Recuerda que los hechos en cuestión se remontan a marzo de 2024, cuando se publicó en la web de la Ser un correo del 2 de febrero enviado por Carlos Neira, abogado de González Amador, a la Fiscalía ofreciendo reconocer dos delitos fiscales a cambio de un pacto para evitar la cárcel.

Los periodistas involucrados han sostenido que accedieron a esta información «antes» de que García Ortiz recibiera el mismo correo, pero no lo comunicaron públicamente hasta 2025. En lugar de alertar al instante de esta circunstancia, tardaron meses en revelarlo, lo que para la acusación les quita bastante credibilidad.

Como han dicho las acusaciones en sus informes finales, si en cualquier caso de posible revelación de secretos aparece un periodista esgrimiendo que él tenía antes que el imputado la información de fuentes que no puede desvelar por secreto profesional se vacía el contenido del tipo penal, lo cual crea «espacios de impunidad que no debería consentir el Supremo».

El redactor de la Ser ha explicado que conoció el correo el 13 de marzo, «pasadas las 15:34». Pero no lo publicó hasta después del partido de Champions League que quería ver en la calle Ponzano de Madrid.

Durante su versión, el empleado de la Ser se desplazó hasta un despacho de su fuente ubicado en una «tercera planta» en taxi para ver el contenido del correo. Según relató, allí «vi el correo del 2 de febrero en su integridad y tomé apuntes, toda vez que no se me permitió hacer fotos ni sacar copia». A pesar de haber tenido acceso al documento, dice que la fuente le pidió expresamente que no publicara la información de inmediato.

El periodista reconoció que intentó confirmar la veracidad de los datos a través de otros contactos a lo largo del día, pero admitió que no tuvo éxito hasta que fue informado de la publicación de El Mundo. «Ante la frustración de no lograrlo, me fui a ver un partido de fútbol y no fue hasta que me llamaron que volví a intentar contactar con diferentes fuentes», declara. Sin embargo, no aporta el listado o número de llamadas que hizo. Asegura que nunca mantuvo comunicación directa con García Ortiz, ni por teléfono ni por WhatsApp. «Saltó el buzón de voz cuando le llamé», afirmó.

Según las pesquisas, García Ortiz no tuvo acceso a la cadena de emails hasta las 21:59, lo que situaría al periodista como primer receptor y emisor del correo en prensa minutos después de esa hora. No obstante, el informador no pudo aportar elementos como pantallazos, tickets del supuesto viaje en taxi hasta el despacho donde vio en una pantalla el mail a las 15:34 o registros de llamadas –ni si quiera anonimizado– que avalen de forma objetiva la secuencia de hechos y que a él le llegó antes que a García Ortiz.

Testimonios clave

Por su parte, un ex subdirector de El País ha asegurado que también sabía desde el 12 de marzo, antes que el fiscal general, que la defensa de González Amador buscaba un pacto con la Fiscalía. Ha indicado que obtuvo la información de «una fuente muy solvente», sin aportar pruebas documentales concluyentes, de la Fiscalía de la Comunidad de Madrid y no de García Ortiz, reforzando la versión de otros testigos. Sin embargo, El País publica después de la publicación de El Mundo el 13 de marzo a las 21:29.

Otros tres periodistas de El País ratificaron la versión de su jefe. La defensa apenas interrogó a estos tres testigos. Aportan conversaciones protocolizadas ante notario meses después, ya que vieron a posteriori que podía ser relevante.

El ex subdirector del Grupo Prisa dice que, tras recibir la información, el equipo de El País intentó contactar con el abogado Carlos Neira y con el jefe de gabinete de Ayuso sin éxito, antes de publicar la información en la noche del 13 de marzo, tras la confirmación de la fuente. Sin embargo, para la acusación particular es una mentira, ya que a Neira no le dijeron de primeras todos los detalles que querían contrastar.

Todos los informadores –también otros que recogieron la versión del jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso– se acogieron al secreto profesional para no revelar las identidades de las fuentes, destacando la dificultad de verificar los hechos sin comprometer a sus informantes.

La periodista de El Plural declaró de forma muy breve, limitándose a confirmar que había recibido una imagen pantallazo del correo del 2 de febrero que publicó la mañana del 14 de marzo. No quiso precisar quién se la envió y reiteró que se acogía al secreto profesional. Dice que las frases de ese mail ya habían salido y, que por lo tanto, publicar el continente ya no era un secreto. Lo hizo minutos después de que Pilar Sánchez Acera diera a entender por WhatsApp a Juan Lobato que iba a hacer lo posible para que el correo saliera en prensa antes de una sesión de control en la Asamblea de Madrid.