España

Sánchez boicotea la actualización de fallecidos: sólo deja añadir a las funerarias cadáveres con PCR

"Se recomienda no realizar por el riesgo biológico de contagio para los ejecutores de la misma y por el riesgo de propagación del virus" sostiene el documento de Sanidad

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Cataluña ha demostrado que Pedro Sánchez esconde parte de las muertes por coronavirus. Esa comunidad autónoma lo ha hecho incluyendo en su estadística las métricas de las funerarias. Porque las funerarias incluyen casos de los que el sistema de recuento del Gobierno socialcomunista excluye por no considerarlos casos probados. Y la respuesta de Sánchez, lejos de admitir sus mentiras y adaptar a la realidad sus estadísticas, es poner trabas a las funerarias para que no incluyan esos casos no probados en sus recuentos de víctimas mortales.

El recuento catalán ha demostrado que la negativa de Sánchez a incluir en la estadística de muertes por coronavirus a todos aquellas víctimas que no cuenten con test, analítica hospitalaria o autopsia, está dejando fuera a la mitad de los fallecimientos.

La respuesta del Gobierno a este severo problema de credibilidad aparece plasmada en el documento del Ministerio de Sanidad titulado «Procedimiento para el manejo de cadáveres de casos de Covid-19».
Allí, el Gobierno ha plasmado los pasos a seguir en el tratamiento de los cuerpos que han fallecido por coronavirus probado o con probabilidad de haberlo sido por esa causa.


En el punto 2 de ese texto se recogen las indicaciones sobre la posibilidad de realizar autopsia a los cadáveres.

Es en ese punto donde se vuelve a observar el oscurantismo oficial. «Este capítulo se refiere a las autopsias clínicas y va dirigido, por tanto, a todos los médicos especialistas en Anatomía Patológica», señala.

Y añade que «los riesgos habituales del trabajo en la sala de autopsia surgen del contacto con materiales infectivos, especialmente por salpicaduras, más que por inhalación de material infeccioso. Sin embargo, en casos de pacientes fallecidos por Covid-19, los pulmones y otros órganos todavía pueden contener virus vivos y es preciso tomar medidas de protección respiratoria complementarias durante los procedimientos que generan aerosoles de partículas pequeñas (por ejemplo, el uso de motosierras y el lavado de los intestinos)».

Por ello, continua el texto, en el caso de «Autopsia de Covid-19: Se recomienda no realizar por el riesgo biológico de contagio para los ejecutores de la misma y por el riesgo de propagación del virus». Es decir, que se recomienda claramente negarse a hacer la autopsia. Con lo que, de ese modo, el mecanismo de certificación de que se trata de un caso confirmado de coronavirus queda anulado.

Es más, para las «AUTOPSIAS CLÍNICAS DE PACIENTES CON O SIN SINTOMATOLOGÍA RESPIRATORIA E INDICACIÓN CLÍNICA JUSTIFICADA: a. Se recomienda realizar Test de PCR para descartar la infección por el COVID-19».

Pero, claro, esos PCR están totalmente limitados. Con lo que, de nuevo, los casos en los que no se puedan hacer test, se quedan sin certificación de que se trata de una muerte confirmada de coronavirus.

De nuevo, se quedan sin entrar en la estadística oficial.
 El documento se encarga de poner toda una serie de duros requisitos en caso de que algún médico siga con ganas de hacer autopsia: «Si la autopsia se considera realmente necesaria y se puede garantizar que ésta se realiza en un ambiente seguro se podrá llevar a cabo, cumpliendo las recomendaciones respecto al equipo de protección individual y la minimización de la producción de aerosoles referidas a continuación, extraídas del Libro Blanco de la Anatomía Patológica y las directrices del CDC, OMS y ECDC para el manejo de muestras con Covid-19 en laboratorios […]. En caso de aceptar la realización de la autopsia se debe comunicar inmediatamente a las autoridades sanitarias responsables. De acuerdo a los escasos estudios autópsicos que se están realizando y de acuerdo a la escasa bibliografía en el momento actual, se realizará de forma parcial mediante toma de biopsias de los principales órganos».

Además, «se debe reducir al mínimo imprescindible el número de personas que van a realizar la autopsia, sin que haya ninguna persona adicional en la sala salvo aquellos que la están realizando. Se debe elaborar un listado de todo el personal, quien debe autovigilar cualquier síntoma respiratorio en los 14 días posteriores a la última exposición a un caso confirmado para realizar el diagnóstico oportuno y proceder a su aislamiento, si fuera el caso».

Por último, «para asegurar un sistema seguro de trabajo se deben seguir los protocolos de descontaminación, mantenimiento y eliminación de residuos utilizados habitualmente para otro tipo de microorganismos con el riesgo de propagación y mecanismo de transmisión similar. Los residuos se consideran residuos de Clase III».