España
Vacaciones 'reales' en Lanzarote

Sánchez apela a su «derecho a la intimidad» para ocultar a las Cortes si veraneó con amigos en La Mareta

El Gobierno sostiene que mientras el presidente se aloja en la residencia oficial, ésta "se convierte en su domicilio"

Así responde el Ejecutivo socialcomunista a una batería de preguntas parlamentarias del PP en el Senado

Moncloa se niega a desvelar si el jefe del Gobierno socialcomunista, Pedro Sánchez, veraneó con amigos en la residencia oficial de La Mareta, en Lanzarote (Canarias), el pasado agosto. Presidencia se acoge al «derecho a la intimidad» de Sánchez para ocultar esta información al Partido Popular en el Senado, según una respuesta parlamentaria consultada por OKDIARIO.

Y ello, pese a que el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) ya emplazó al presidente del Gobierno en una resolución del pasado 3 de julio a indicar el «número de acompañantes privados y familiares en cada ocupación» que hizo en el año 2019 de otra de las residencias oficiales donde Sánchez suele retirarse en vacaciones, en este caso, el Palacio de Las Marismillas (Huelva). Sin embargo, tampoco aquí el Ejecutivo socialcomunista ha ofrecido dato alguno.

En concreto, en su última respuesta a los senadores del PP María Teresa Ruiz-Sillero, Juan María Vázquez y Rubén Moreno, Moncloa señala que «hay que hacer constar que las visitas privadas al domicilio donde se alojan el presidente del Gobierno y su familia forman parte de la esfera de su vida privada y familiar. Por tanto, la información solicitada incide en su derecho fundamental a la intimidad personal y familiar (artículo 18 Constitución Española)».

Además, el Ejecutivo de PSOE-Podemos sostiene que mientras el presidente del Gobierno se aloja en esta residencia «mantiene actividad institucional, pero también se convierte en su domicilio», incidiendo así en el carácter «privado» de la compañía de Pedro Sánchez en la instalación oficial. El CTBG sólo ha reclamado que se haga público el número de acompañantes, «sin identificación de los mismos».

El Grupo Popular en el Senado afirma que «el presidente del Gobierno junto a su familia se alojó en el Palacio de La Mareta, Lanzarote, en el mes de agosto de 2020 y en esas fechas recibió la visita de amigos personales que no eran visitas institucionales», haciéndose así eco de lo publicado por Abc.

Y en este sentido, los populares preguntaron por el número de personas que se alojaron en el Palacio de La Mareta en agosto de 2020 «además del presidente del Gobierno, su mujer y sus dos hijas»; por el número de días de tal alojamiento; por las fechas; por el medio de transporte en el que accedieron a la residencia o por los medios públicos que pudieron emplearse en dicho transporte.

«Coste económico»

Además, los tres senadores del PP reclamaron saber si se hicieron visitas fuera del Palacio por parte presidente del Gobierno, su familia y sus invitados personales con cargo al presupuesto público; el coste económico que habrían tenido las mismas; si se contrató personal extraordinario para atender las visitas personales de Pedro Sánchez; o cuántas horas se pagaron al personal que trabaja en La Mareta para atender tales visitas del jefe del Ejecutivo.

Junto a ello, los populares también exigieron conocer «cuántos vehículos oficiales o no se utilizaron para atender las visitas personales del presidente del Gobierno»; «a cuánto ascendieron las facturas de compra de suministros de alimentos, de bebidas y de productos de limpieza y de higiene en las fechas en las estuvieron alojados en el Palacio de la Mareta las visitas personales del presidente del Gobierno»; o «cuántas veces se ha hecho uso del helipuerto de la finca de La Mareta durante el mes de agoto de 2020».

A este respecto, Moncloa también escurre el bulto y se limita a contestar a los senadores del PP que «la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno no dispone de información sobre los medios de transporte privados que pudiesen utilizarse en visitas privadas, si las hubiese, ni sobre las retribuciones del personal al servicio del organismo autónomo Patrimonio Nacional».

«Finalmente, no se dispone tampoco de una contabilidad de costes que permita individualizar los gastos de suministros objeto de la pregunta», añade la respuesta parlamentaria del Ejecutivo.

37 obras de artes 

Así mismo, los senadores del PP María Teresa Ruiz-Sillero y Juan María Vázquez preguntaron al Gobierno cuántas obras de arte se han trasladado para acondicionar el Palacio de La Mareta desde junio de 2018 hasta la fecha y su coste económico. Ya en 2018, La Información publicó que Patrimonio Nacional, adscrito al Ministerio de Presidencia, decoró entonces esta finca con obras procedentes del Palacio Real tras llegar Sánchez al poder vía moción de censura. Ahora, Moncloa precisa que esas piezas fueron 37: 24 cuadros, 1 cuadro-tapiz y 12 grabados. El coste de los trabajos ascendió a 9.805 euros y se encargó de ellos la firma SIT. La decoración de La Mareta no había sufrido cambios de este tipo desde 2005, aunque Patrimonio habla de «movilidad habitual de obras de arte y bienes», según esta otra respuesta parlamentaria del Ejecutivo.

Con la segunda ola de coronavirus ya observada por los expertos, Pedro Sánchez se marchó el pasado agosto a este enclave a disfrutar de unos días de retiro. Este palacio es un regalo del rey Hussein II de Jordania a Don Juan Carlos I en 1989. En el año 2015, y por deseo expreso del Rey Felipe VI, la Residencia Real se puso a disposición del Gobierno para la promoción y la defensa de los intereses turísticos del país. Sin embargo, tras su llegada al poder, Sánchez ha hecho uso de esta mansión en Lanzarote de forma estrictamente personal para descansos vacacionales, en los que insertó algún acto de agenda oficial en la isla.

La finca, con acceso directo al mar, cuenta con diez bungalows, de una y dos plantas de altura, mientras que la estancia principal tiene dos dormitorios, piscina y terraza. Además, hay gimnasio, otras dos piscinas, pista de tenis, cancha de baloncesto y una amplia zona ajardinada de 10.000 metros cuadrados. El enclave reproduce la arquitectura tradicional de las Islas Canarias, de estilo colonial, con paredes blancas y numerosos balcones.