España

Los partidos creen que el Rey no propondrá candidato tras el fracaso del líder del PSOE

El secretario general del PSOE y candidato a la investidura, Pedro Sánchez, fracasa en su intento de que el resto de formaciones apoye su proyecto de Gobierno “progresista y reformista”. La votación se ha saldado con un estrepitoso fracaso pero los socialistas insisten en que Sánchez seguirá intentándolo de aquí a dos meses. Ahora la pelota cae en el tejado del Rey Felipe VI y lo que se preguntan algunos diputados es: “¿Y ahora qué?”. El plazo empieza a contar.

El plazo de dos meses para disolver las Cortes empieza a contar desde la primera votación fallida, el martes 2 de marzo, independientemente de que el Rey sea informado oficialmente antes o después del resultado de la votación. El fracaso de Sánchez en segunda votación es algo que en la Historia de la Democracia de España nunca ha sucedido por lo que los buenos juristas subrayan que no existen precedente a partir de aquí sobre lo que se tendría que hacer. Así, el monarca puede abrir un nuevo periodo de consultas a los partidos para designar a otro candidato.

La Constitución establece que tras una investidura fallida, el Rey deberá tramitar «sucesivas propuestas en la forma prevista». Es decir, «previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria y a través del presidente del Congreso». Por lo tanto, para que Don Felipe haga una nueva propuesta deberá convocar una tercera ronda de consultas, aunque ya hay quien avisa que podría celebrarse con un formato distinto al de las anteriores. No obstante, el Rey sólo tendrá que hacer una tercera propuesta si surge un candidato con oportunidades de ser investido. Es decir si tiene lo apoyos necesarios.

El Rey no tiene plazos establecidos para convocar una nueva ronda de consultas pero los juristas avanzan que actuará antes de Semana Santa ya que si dejara la ronda para después de las vacaciones se habría consumido un mes sin avances. Hasta ahora, el plazo más corto lo logró Adolfo Suárez en 1979, con tres días; y el más largo, Pedro Sánchez , con un mes desde que el Rey le propuso y aceptó. Asimismo, el monarca podría convocar nuevas elecciones sin nombrar a ningún candidato. Sin embargo, la mayoría de formaciones están convencidas de que lo más probable sea que el Rey no proponga a ningún candidato y dentro de esta posibilidad existen dos propuestas: la primera sería convocar una ronda de partidos a la espera de que el 3 de mayo se convoquen nuevas elecciones, que se celebrarían el 26 de junio.

Por otro lado, el monarca podría dar un periodo de tiempo para que los candidatos puedan reunir los apoyos suficientes. En este espacio estarían Pedro Sánchez que parte con 130 escaños con el apoyo de Ciudadanos para sumar y también el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que ya ha anunciado que intentará conseguir los apoyos. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal ya anunció este jueves que lo primero que harían sería llamar al candidato socialista para pedirle una reunión. El vicesecretario sectorial Javier Maroto ya amplió que a esa reunión también les gustaría que asistiera Ciudadanos. El resto de partidos quedan a la espera expectantes y aseguran que solo existen esas dos posibilidades: o un gobierno del cambio sumando a fuerzas de izquierdas o un acuerdo entre PP, PSOE y C’S.

Si el Rey nombra a un nuevo candidato, éste podrá someterse a votación como fecha límite hasta el 30 de abril, en primera votación, y el 2 de mayo, en segunda votación, ya que ese día termina el plazo de dos meses otorgado por la Constitución para convocar nuevas elecciones. El objetivo es publicar el decreto de convocatoria de las nuevas elecciones en el BOE del 3 de mayo, el día 10 comenzaría la compañía electoral y el 26 de junio se celebrarían los comicios. Según la Carta Magna este plazo es prudencial con el fin de que la opinión pública se posicione de nuevo y los resultados de las nuevas elecciones no sean idénticos a los que provocaron el atasco político.