España

El Parlamento Europeo se blinda para prohibir la entrada a Puigdemont

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Parlamento Europeo rechazará cualquier pretensión del ex presidente catalán, Carles Puigdemont, para acceder a sus instalaciones.

Aunque por ahora no existe constancia de que Puigdemont tenga intención de entrar en el Parlamento, las autoridades de la institución tienen ya una respuesta preparada para el caso de que así sea. Y será ‘no’.

Hace unas semanas, el portavoz del PP europeo, Esteban González Pons, solicitó al presidente europeo, el italiano Antonio Tajani, que tome medidas para impedir la entrada en la Eurocámara por tratarse de un «fugitivo» de la justicia en España.

Según Pons, «el Parlamento no debería tolerar bajo ninguna circunstancia la entrada de quienes están actualmente bajo orden de búsqueda y detención nacional por violar la ley, escapando de sus responsabilidades penales ocultándose en otro país», sostiene. La petición fue suscrita por otros grupos, como el de socialistas y Ciudadanos.

El ex presidente nunca llegó a confirmar su asistencia a un acto en el Parlamento Europeo, pero los rumores de que sí acudiría, a invitación de los eurodiputados independentistas, han sido frecuentes.

La carta de Pons respondía, en concreto, al evento ‘Derecho civiles y fundamentales en la UE: El caso catalán’, celebrado a principio de mes en una de las salas del Parlamento, y que sí contó con la asistencia de Clara Ponsatí, ex consejera huida de la Justicia.

El evento se convirtió en una auténtica exaltación de la actuación ilegal durante el referéndum del 1 de octubre: se proyectó el documental producido por el multimillonario Jaume Roures en el que se ofrece una visión parcial de lo que ocurrió aquel día y el programa contó con ponentes como Roger Español, el manifestante que perdió la visión de un ojo por el impacto de una bala de goma, tras provocaciones a la Policía o Alfred de Zayas, experto independiente de la ONU y acusado de simpatizar con el nazismo.

Pons advirtió entonces a Tajani de que «algunas personas» -sin identificar- intentaban «poner las instalaciones al escandaloso servicio del señor Puigdemont», lo que a su juicio daría al exmandatario catalán y líder de JxCat una «llamativa plataforma» desde la que difundir sus «propósitos ilícitos».

Altera el funcionamiento de la Cámara

Ahora, el Parlamento quiere blindarse ante futuras provocaciones. Según el reglamento de la institución, el presidente tiene «todos los poderes para presidir las deliberaciones del Parlamento y garantizar su desarrollo normal» (artículo 22).

En virtud de esa competencia, Tajani tendría la potestad de rechazar la entrada de Puigdemont, alegando que su presencia alteraría el normal funcionamiento de la Eurocámara, dada su condición de fugado de la Justicia española.

Hay que tener en cuenta, además, que las normas sobre privilegios e inmunidades de las instituciones de la UE establecen que el Parlamento es un lugar «inviolable» al que la Policía belga no podría acceder libremente si fuera necesario.

Aunque el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, dejó temporalmente sin efecto la euroorden que pesaba sobre Puigdemont, ésta puede reactivarse en cualquier momento, sobre todo, si el ex presidente catalán sale de Bélgica.

Las instituciones europeas tienen un statu quo territorial especial, con lo que su entrada generaría una situación inédita y una enorme controversia jurídica. Tajani podría, en ese caso, retener a Puigdemont hasta que la Justicia española decidiese activar de nuevo su petición de arresto.

Puigdemont ya trató de provocar a la Justicia española con sus movimientos. En enero, viajó a Copenhague, para participar en una conferencia sobre la situación de Cataluña en Europa. Entonces, Llarena evitó reactivar la orden europea de detención, pese a la petición de la Fiscalía.

El juez argumentó que «la jactancia del investigado de ir a desplazarse a un concreto lugar no tiene otra finalidad que buscar la detención para subvertir la finalidad de un instrumento procesal que está previsto para garantizar la observancia del ordenamiento jurídico, convirtiéndolo en un mecanismo que le posibilite burlar el orden legal que rige la actividad parlamentaria. […]». Es decir, Puigdemont buscaba su detención para «instrumentalizar la privación de libertad para alcanzar la investidura».

El líder de JxC ha fracasado también en sus intentos de acceder a instituciones oficiales.

La pasada semana, el Parlamento federal belga rechazó la petición del partido nacionalista flamenco NV-A de reservar una sala en sus dependencias para una conferencia sobre Cataluña fechada para este mismo martes.

Los grupos rechazaron la «instrumentalización» del Parlamento belga «para un acto de propaganda separatista de personas que tienen una orden de detención en su país», según rechazaron los socialistas.