El PNV plantea un Estatuto que reconozca «Euskal Herria» incluyendo Navarra y el país vasco francés

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Andoni Ortuzar, presidente del PNV, en un acto en Llodio (Foto: Efe)

El PNV pretende que el preámbulo del futuro nuevo Estatuto de Euskadi reconozca la existencia de «una Euskal Herria» con «identidad propia, asentada en siete territorios», ubicados en los Estados español y francés, en alusión a la Comunidad Autónoma Vasca, Navarra y país vasco francés. Además, pide que recoja una relación «bilateral» con el Estado, «de naturaleza confederal y «no subordinada», y que la ciudadanía vasca tenga derecho a «decidir».

La formación nacionalista ha entregado al resto de partidos que conforman la ponencia de autogobierno del Parlamento Vasco (EH Bildu, Elkerrekin Podemos, PSE-EE y PP) el texto, recogido por Europa Press, con su propuesta para el preámbulo del nuevo estatus.

El documento consta de nueve puntos, el primero de los cuales aborda «una definición de Euskal Herria» que, según la formación peneuvista, «es un pueblo con identidad propia, en el conjunto de los pueblos de Europa, depositario de un patrimonio lingüístico, cultural y jurídico-institucional propio, que ha pervivido a lo largo de la historia».

En este sentido, apunta que «está asentado geográficamente sobre siete territorios que en la actualidad se encuentran políticamente articulados en dos Estados europeos —el español y el francés— y tres ámbitos institucionales diferenciados: la Comunidad Autónoma Vasca, la Comunidad Foral de Navarra y el territorio gestionado por la Mancomunidad de Iparralde».

El PNV destaca que «su lengua —el euskera— y su cultura propias, junto con el sentido de pertenencia a una misma comunidad política, en conjunción con el resto de factores citados, son los que forjan la identidad nacional vasca».

El segundo punto habla de ‘Comunidad Política’ y reconocimiento de su ‘identidad nacional’. «El nuevo Estatus Político será la expresión jurídico-política de la voluntad democrática de un pueblo con identidad socio-cultural sostenida a lo largo de la historia, con rasgos políticos propios, de entre los que destaca su sentido altamente compartido de pertenencia a una misma comunidad política, a una misma nación», manifiesta.

Asimismo, subraya que «el pueblo vasco es nación porque cumple con todos los parámetros establecidos en el derecho comparado y porque, además, así lo reconoce e identifica una mayoría de su ciudadanía».

Estatuto de Guernica

Sobre el Estatuto de Guernica, considera que ha contribuido a la consolidación del autogobierno vasco y a la institucionalización, «y supuso un pacto —no en total libertad, dado el contexto histórico— entre diferentes sensibilidades».

No obstante, destaca que «no se ha desarrollado plenamente y su incumplimiento es debido a que los diferentes Gobiernos de España han bloqueado de forma unilateral las transferencias durante estos 39 años». «El cumplimiento del Estatuto es un derecho y un mandato del conjunto de la ciudadanía, cuyo cumplimiento no debe estar sujeto a otros acuerdos y variables de ninguna índole», manifiesta.

«Cuatro violencias políticas»

En su punto cuarto aborda el tema de «la violencia política», al señalar que, «a lo largo de los últimos cien años, la sociedad vasca ha sufrido al menos cuatro experiencias traumáticas marcadas por la violencia: la Guerra Civil, la dictadura franquista, el terrorismo de ETA y los contraterrorismos ilícitos».

«Siendo diferentes, los cuatro guardan un nexo común: el sufrimiento injustamente padecido y el esfuerzo por construir y defender, aún en las peores circunstancias, una convivencia democrática y una sociedad basada en la defensa de los derechos humanos, paz y libertad», apunta.

A su juicio, «estos valores son un patrimonio democrático de gran alcance que inspira el presente Estatus Político, en tanto que norma básica reguladora de la convivencia y catálogo de derechos y deberes de la ciudadanía vasca y sus poderes públicos».

Derechos históricos

La formación nacionalista profundiza en el tema de los derechos históricos para remarcar que su titular «es el pueblo vasco, cuya identidad nacional fundamenta su reconocida realidad jurídico-institucional». «El texto articulado deberá avanzar en la actualización de esos derechos históricos vascos», asevera.

También subraya que hay que extender esta actualización «hacia todos los ámbitos y materias en los que dicha extensión sea posible», ampliando su interpretación «a nuevos niveles que posibiliten la profundización y el blindaje» del autogobierno, «y sirva de percha constitucional al pueblo vasco o Euskal Herria, para configurar un nuevo modelo de relación con el Estado, bilateral, de respeto y reconocimiento mutuos, de naturaleza confederal».

Derecho a decidir

El PNV señala que «el pueblo vasco siente ahora la necesidad de profundizar en la actualización de sus Derechos Históricos para que, con un nuevo enfoque de su relación con el Estado, posibilite nuevas capacidades para afrontar los retos que como comunidad diferenciada le interpelan desde una ya instalada realidad globalizada, competitiva e interdependiente, que reclama a partes iguales cohesión interna, diferenciación competitiva y cooperación».

En su opinión, «decidir, en un mundo complejo e interdependiente como el contemporáneo, es, siempre, codecidir». «Y toda codecisión comporta reconocimiento, responsabilidades y exigencias recíprocas para quienes la comparten», apunta.

En este sentido, apunta que, «de ahí que las sociedades plurales, sean comunidades estatales o sub-estatales, articulan su pluralismo interno mediante mecanismos de codecisión; estableciendo vínculos acordados que sólo se pueden modificar de manera pactada».

«La voluntad del Pueblo Vasco, manifestada mediante la libre decisión de sus ciudadanas y ciudadanos de los Territorios Históricos de Alava, Vizcaya y Guipúzcoa, y los Derechos Históricos que, como tal, le hubieran podido corresponder en virtud de su historia —según rezan las disposiciones adicionales primera de la Constitución Española y única del Estatuto de Gernika— será el fundamento y el vehículo, respectivamente, para la elaboración de una nueva propuesta de Estatus Político», puntualiza.

El «principio democrático»

En todo caso, afirma que la actualización del autogobierno «debe atender el principio de legalidad», pero destaca que éste «no debe provocar la vulneración del principio democrático; un principio que exige dotar de un valor relevante y primario a la decisión de la ciudadanía vasca».

«Se trata, por tanto, de reconocer el derecho y la capacidad de los vascos a expresar y ejercer su voluntad colectiva de cara a la consecución de fórmulas de convivencia acordadas voluntariamente y de establecer mecanismos que garanticen que los compromisos alcanzados serán respetados», indica.

Sujeto jurídico-político

En este sentido, señala que la Comunidad Autónoma Vasca «se articula y constituye en sujeto jurídico político institucional». Para ello, plantea varias propuestas, como son la de ‘Comunidad Estatal Vasca’, ‘Comunidad Foral Vasca’, ‘Comunidad Nacional Vasca’, ‘Estado Autónomo Vasco’, y ‘Estado Foral Vasco’.

El noveno punto del documento del PNV establece que «se configurará un nuevo modelo de relación con el Estado, bilateral, de respeto y reconocimiento mutuo y de naturaleza confederal».

«El nuevo marco político de relación con el Estado español se estructurará al amparo de la Disposición Adicional Primera de la Constitución Española y la Adicional Única del Estatuto de Gernika, estableciendo un nuevo modelo relacional singular y bilateral que estará fundamentado en el reconocimiento de ambas partes como sujetos políticos», reclama.

En esta línea, dice que «la relación será de respeto mutuo y de no subordinación y, a tal efecto, se anudará un sistema de relación bilateral efectiva e incorporará un régimen eficaz de garantías que blindará el autogobierno vasco».

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