España

Otra mentira de Sánchez: insiste en un pacto con C’s y estos niegan que les haya llamado

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Si hace unos días era la campaña de las autonómicas, en la que Sánchez se dejó los restos para apoyar a sus candidatos, ahora lo es una batalla interna ya completamente desatada.

Sea cual sea la razón, o excusa, el líder socialista ha ido aplazando en sucesivas ocasiones el plan con el que, el pasado 2 de septiembre, sorprendió a propios y extraños en la última sesión del debate de investidura. Un acuerdo de gobierno alternativo con las «fuerzas del cambio», Podemos y Ciudadanos, que, aritméticamente, necesitaría también del apoyo de los independentistas.

Sánchez ha vuelto a demostrar una capacidad rocosa para mantenerse ajeno a las crisis de su partido. Si este lunes incendió a los barones con su órdago de convocar ya un congreso federal y unas primarias para elegir secretario general, este martes insistió en el reto, aseguró que no dimitirá si su plan fracasa y, más allá, reiteró su apuesta por un Gobierno con ambos partidos. En esa alternativa, dijo incluso en una entrevista en la SER, sería “generoso”, aunque insistió en que, antes, Iglesias y Rivera deben abandonar sus vetos cruzados y asumir la “responsabilidad” de formar Gobierno para salir del actual bloqueo.

El plan real: ir a unas terceras elecciones

A estas alturas, pocos dudan ya, más aún entre esos eventuales socios de Gobierno, que la operación de Sánchez es en realidad una trama para maquillar la intención real de abocar a unas terceras elecciones. La llamada del líder socialista a esas fuerzas del cambio, a través de pantallas de televisión, mítines o entrevistas radiofónicas, no tiene correspondencia después en el plano real. Directamente, el contacto entre el secretario general y la formación naranja es nulo. En las tres semanas transcurridas desde que Sánchez lanzó su órdago no ha habido ningún cruce de llamadas, confirman desde Ciudadanos.

Rivera insistió este mismo martes, ante su grupo parlamentario, en que el partido sólo apoyará un pacto «entre partidos constitucionalistas», esto es, «un acuerdo entre PP, PSOE y Ciudadanos”. El líder de Ciudadanos zanjó así cualquier aspiración de Sánchez de buscar un acuerdo conjunto con Podemos y Ciudadanos. No es la primera vez que el partido de centro ha frenado los planes de Sánchez de trabar ese acuerdo que implicaría, sostienen, una “amalgama” de partidos totalmente “inviable”.

Rivera ha ironizado incluso con las intenciones del socialista, animándole a que antes de iniciar ningún tipo de contacto con otros partidos «empiece con sus barones».

Quienes desconfían de las aspiraciones de Sánchez sostienen también que la llamada a Ciudadanos frustraría ya definitivamente cualquier aspiración y dejaría en entredicho el auténtico deseo del socialista: blindarse frente a sus críticos y conducir a nuevos comicios.

Con Podemos, en cambio, las relaciones tienen otro cariz. Ambos partidos mantienen un intercambio más o menos fluido, como informó OKDIARIO, a cargo de los jefes de gabinete de Sánchez, Juanma Serrano, y de Pablo Iglesias, Irene Montero.

En el partido morado, los debates se centran en cómo la formación podría apoyar ese hipotético Gobierno de Sánchez: mientras Iglesias apuesta por entrar en el Ejecutivo,  los ‘errejonistas’ son más partidarios de un acuerdo de investidura basado en varias medidas clave y vigilado desde fuera. No obstante, en Podemos dan por hecho que un acuerdo a tres con los socialistas y Ciudadanos es imposible por el rechazo de los de Rivera.

Entre tanto, en el PP, aunque se coincide en que los números le pueden salir al PSOE, siempre y cuando concilie a CDC, PNV y Coalición Canaria, con la abstención de ERC y Bildu, el escenario más probable es el de unas terceras elecciones. Entre los populares crecen las voces de que nada evitará una nueva convocatoria, a la que asisten reforzados tras la victoria incuestionable de Feijóo.