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Elecciones 23J

Otegi pone nuevo precio al apoyo a Sánchez: «Tras los presos toca resolver el problema nacional»

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Bildu ya pone sus condiciones para apoyar un eventual gobierno de Pedro Sánchez tras las elecciones generales del 23 de julio. Aunque todos los sondeos confirman la victoria del Partido Popular, la formación proetarra centra sus esfuerzos en movilizar al electorado para «consolidar el nuevo ciclo» que se inauguró, opinan, en los comicios autonómicos y locales, en los que Bildu logró un notable poder territorial. Ahora, ante las generales, Arnaldo Otegi avisa a Sánchez que «si hay un gobierno progresista, se tendrá que hablar de la perspectiva nacional», en alusión al estatus político del País Vasco que, para Bildu, se resume en la necesidad de celebrar un referéndum. «Sin prisas y sin ruido, pero para que haya democratización habrá que abordar el problema de la territorialidad», ha destacado Otegi este martes.

En 2020, Bildu -que permitió con su abstención la investidura del líder socialista- ya puso sobre la mesa sus prioridades: un cambio en la política penitenciaria con los presos de ETA, impulsando el traslado de los terroristas a cárceles del País Vasco y Navarra, y el reconocimiento del autodenominado «derecho a decidir», mediante una consulta pactada con el Estado. Otegi se ha mostrado satisfecho por que el Gobierno de Pedro Sánchez haya resuelto la primera cuestión -Marlaska culminó en marzo el acercamiento de todos los presos etarras-, pero recuerda que sigue pendiente el tema territorial.

En una entrevista en la televisión autonómica vasca, Otegi -que ha reconocido que el Gobierno de Pedro Sánchez representa para su formación «una ventana de oportunidad»- ha aplaudido que «se hayan hecho cosas» en el sentido de «aplicar la legalidad a la política penitenciaria», y también «en el campo social». Pero ha considerado que «el Estado español tiene un problema territorial y un problema nacional».»El debate se tiene que dar, porque nosotros seguimos siendo una nación no reconocida», ha aseverado, insistiendo en que en España «hay un problema nacional por resolver» y en que si hay una segunda legislatura de Pedro Sánchez esa cuestión será una prioridad.

El líder de Bildu, que se jacta del rédito obtenido por su apoyo a Sánchez, señala también que «la gente sabe cuál es la aritmética electoral» y que el Gobierno «tiene que formular de otra manera la solución democrática a los problemas nacionales» por que, asegura, el País Vasco «sigue siendo una nación no reconocida».

Asimismo, Otegi ha opinado que «no hay gobierno progresista en el Estado sin la izquierda independentista», y que, aunque «hay que ver qué sucede» en los comicios del 23 de julio, «según la perspectiva, eso va a ser así».

«Es muy curioso, pero los que queremos irnos del Estado somos expresamente los que posibilitamos un gobierno progresista durante cuatro años. Sin la participación de la izquierda independentista y sin nuestros votos, no hay bloque progresista en el Estado, que entonces vira a la extrema derecha. Eso es un dato objetivo y una responsabilidad política para nosotros», se ha jactado.

«Acuerdos puntuales»

Tras convertir a Bildu en socio preferente, Sánchez reniega en campaña de esos pactos. Hace unos días, en una entrevista en Onda Cero, el candidato socialista rechazó haber gobernado con este partido. «¿Usted conoce a algún ministro o ministra de Bildu en el Gobierno de España?», le preguntó Sánchez al entrevistador, Carlos Alsina, limitando los pactos a «acuerdos puntuales sobre leyes concretas».

Los proetarras han sido determinantes en varias votaciones cruciales para el socialista, empezando por su propia investidura, en 2020, cuando la abstención de Bildu y ERC le permitió mantenerse en La Moncloa. Entre otros, el apoyo de los de Otegi fue decisivo también para que Sánchez pudiese sacar adelante la conocida como Ley de Memoria Democrática, una de las banderas de su legislatura. En esas ocasiones, Sánchez no tuvo reparo en aplaudir el apoyo de los proetarras. Es «la victoria política noble» del «entendimiento entre dispares», celebró hace unos meses, cuando Bildu le permitió sumar los votos necesarios para que las cuentas públicas saliesen adelante.

En más de una ocasión, el propio Arnaldo Otegi ha dejado en evidencia a Sánchez por esos pactos que ahora intenta esconder. «¿Cuándo dejamos de tomar a la gente por boba?», se preguntó recientemente el líder de Bildu, recordando que su formación ha «sostenido durante cuatro años al Gobierno» de Sánchez.