España

Nunca un candidato constitucionalista se había impuesto en votos y escaños en Cataluña

El triunfo de Ciudadanos en las elecciones autonómicas catalanas este 21 de diciembre permite a la candidata Inés Arrimadas entrar en la historia convirtiéndose en la primera aspirante no nacionalista a la Generalitat que consigue ganar tanto en votos como en escaños. Nunca antes nadie lo había conseguido desde las primeras elecciones autonómicas en 1980.

Sí es cierto que en dos ocasiones el PSC consiguió ser el partido más votado en toda la Comunidad Autónoma siendo Pasqual Maragall el candidato socialista, pero debido al sistema electoral, en ninguno de esos casos su partido superó en escaños a la entonces denominada Convergència i Unió, que en ambas ocasiones lideraba Jordi Pujol.

Fue en 1999 y en 2003, dibujándose similares escenarios tras sendos comicios que, sin embargo, arrojaron resoluciones diametralmente opuestas. Pujol se mantuvo como president tras las últimas elecciones del pasado siglo, pero 2003 puso final a 23 años de liderazgo político en Cataluña. El hoy investigado líder del clan de los Pujol cedió ante la llegada del tripartito que aupó al socialista Maragall a la presidencia autonómica, con el apoyo de Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya Verds.

En esas dos elecciones Maragall superó el millón de votos, siendo hasta ahora el único líder de un partido no nacionalista en conseguirlo. Inés Arrimadas ha conseguido en esta ocasión 1.102.099 de apoyos, una cifra incluso superior a la alcanzada por Maragall cuando accedió a la presidencia en el año 2003.

Quien también fuera president constitucionalista repitiendo aquel tripartito en 2006, el socialista José Montilla, tampoco logró acercarse a los registros ahora conseguidos por Inés Arrimadas, quedándose en menos de 800.000 votos, por debajo en apoyos de un Artur Mas que, por su parte, tampoco fue entonces capaz de acercarse a la barrera del millón.

Pese a la amplia victoria conseguida por Ciudadanos en las elecciones autonómicas de este 21 de diciembre, todo apunta a que el bloque separatista que forman Junts per Catalunya, ERC y la CUP impedirán gobernar a la candidata más votada, situación que en esta comunidad ya se ha dado en las mencionadas dos ocasiones en el pasado.