España
La tesis de Ainoa Quiñones (II)

La nuera de Tezanos plagió en su tesis 200 palabras de un trabajo de dos economistas de la Complutense

La actual delegada del Gobierno en Cantabria, la socialista Ainoa Quiñones Montellano, plagió en su tesis doctoral hasta 200 palabras de un artículo publicado 14 años antes por los economistas Lorenzo Escot y Miguel Ángel Martín-Galindo, vinculados a la Universidad Complutense de Madrid. Este plagio se suma al autoplagio -revelado por OKDIARIO el martes- de otros dos artículos previos escritos junto a su pareja, Sergio Tezanos, hijo del presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos.

Doctora en Ciencias Económicas, Ainoa Quiñones defendió el 11 de septiembre de 2012 su tesis doctoral «inédita» titulada Impacto de la innovación y la ayuda científico-tecnológica en los países en desarrollo. Fue presentada en el Departamento de Economía Aplicada II de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). De este trabajo de postgrado no consta ficha en TESEO, la plataforma web del Ministerio de Educación, pero sí se puede consultar a través del repositorio online de la UCM.

Pues bien, en esta tesis doctoral, Quiñones comete un plagio muy claro, de manual, al hacer pasar varias reflexiones de los economistas Lorenzo Escot y Miguel Ángel Martín-Galindo como si fueran de su cosecha, dentro de su supuesta tarea de investigadora. La dirigente socialista fusila 200 palabras de ambos expertos, ya publicadas en un artículo de 1998 con el título Difusión tecnológica, convergencia y crecimiento económico (Papeles de Trabajo del Instituto de Estudios Fiscales).

La delegada del Gobierno en Cantabria se limita a citar a tales autores y la fecha de su obra en medio de tales reflexiones. Sin embargo, no entrecomilla ninguna palabra ni tampoco hace referencia a página alguna de la publicación de Escot y Martín-Galindo. Es más, Quiñones hasta copia directamente en sus tesis una nota al pie de la obra de estos autores. Y la presenta como si esa nota al pie fuera también una apreciación suya.

En concreto, las reflexiones que plagia Quiñones son las siguientes: «Las distintas aportaciones sobre el catch-up tecnológico señalan que la difusión internacional de la tecnología juega un papel fundamental en el crecimiento económico y en los procesos de convergencia entre países (…) la diferencia tecnológica existente entre el país líder, que crea tecnología, y el seguidor, que la imita. Esta hipótesis de catch-up implica, por tanto, la importancia de las capacidades de absorción de los países seguidores. Cuanto mayor sea la diferencia tecnológica entre el líder y el seguidor, y gracias a la difusión de la tecnología internacionalmente disponible, mayores serán las mejoras potenciales que se podrán introducir en los procesos productivos del país seguidor, y como consecuencia, mayor será también el crecimiento potencial de éste frente al del país líder». Tras afirmar todo ello sin entrecomillar, Quiñones incluye una referencia al artículo de Escot y Galindo de 1998, pero sin citar qué página o páginas utilizó. En la bibliografía sí aparece la obra de estos economistas, indicando que contiene 27 páginas en total.

La nuera de Tezanos hace pasar como propias las reflexiones de Escot y Martín-Galindo.

Y a continuación, prosigue con el plagio: «Así pues, y desde el punto de vista de la política económica, sería conveniente facilitar el proceso de difusión tecnológica eliminando cualquier traba o freno al proceso catch-up tecnológico efectivo entre líderes y seguidores, ya que, de lo contrario, se frenaría el progreso de los países más pobres y la convergencia entre las naciones». Al término de esta última reflexión, que igualmente va sin entrecomillar, Quiñones ya no cita ninguna referencia y la presenta como si fuera obra suya, de su autoría intelectual, cuando en realidad no lo es.

Hasta una nota al pie

Finalmente, la nuera del presidente del CIS hasta fusila la siguiente nota al pie: «Respecto a las limitaciones sociales, institucionales, educativas, estructurales y de otros tipos que condicionan el proceso de catch up, véase los trabajos de Nelson y Phelps (1966), Abramovitz (1986) y Pérez Soete (1988)». En total, 200 palabras plagiadas.

Como reflejan distintos manuales anti-plagio, entre ellos el de la facultad de Ciencias Sociales y Comunicación de la Universidad del País Vasco, se considera plagio, entre otras acciones, cuando «se cita al autor, pero no se entrecomillan las palabras textuales, por lo que se hace pasar por propia una interpretación ajena», tal y como hace en su tesis Quiñones, pareja del profesor Sergio Tezanos.

El citado manual también recuerda que «de acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, plagiar es copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias».