España

Nominan a una alcaldesa de la CUP a un premio dotado con 250.000 $ por desobedecer a la justicia

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Desobedecer a la justicia española, no presentándose a las citaciones judiciales hasta provocar la detención para prestar declaración o mantener la bandera estelada en el balcón del ayuntamiento a pesar de las advertencias legales, puede tener un suculento premio para la alcaldesa de Berga de la CUP, Montse Venturós, que ha sido nominada a los Disobedience Award (Premio a la Desobediencia), que entrega el Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Boston.

En caso de resultar ganadora, la alcaldesa de Berga recibiría un premio de 250.000 dólares por haberse declarado en rebeldía contra la justicia española además de no tener en consideración las leyes que rigen nuestro ordenamiento jurídico. Pero para ganar este suculento premio, la primera edil de este municipio de la provincia de Barcelona tiene que competir con otras personas por el trofeo de esta institución, cuyo máximo exponente  era Noam Chomsky, y que durante décadas ha trabajado por el activismo político y humanitario.

El premio en cuestión por el que está nominada la alcaldesa de Berga distingue acciones de desobediencia pacífica en contextos de violencia institucional, una radiografía que en el caso catalán está muy lejos de la realidad, pero que encaja perfectamente con el discurso que ha querido vender el independentismo el último año.

La nominación de Venturós ha sido una propuesta de la directora del instituto Albert Einstein de Boston, Jamila Raqib, que tras visitar Berga en verano pone de relieve que Venturós “ha desobedecido al gobierno y a los tribunales españoles en al menos dos ocasiones”. Para los organizadores de los premios, estos dos actos de desobediencia “eran necesarios para defender la democracia”.

En caso de que le concedieran el premio, se daría la circunstancia de que Venturós tendría que viajar a Estados Unidos con el pasaporte español que tanto repudia.