España
CATALUÑA

Los Mossos tenían un plan para evitar la «entrada clandestina» de Puigdemont al Parlament pero no su fuga

Los agentes reconocen, en un informe trasladado al Supremo, que Rull les impidió entrar al Parlament

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Los Mossos reconocen que tenían un plan para evitar «la entrada clandestina» de Carles Puigdemont al Parlament, pero no contemplaron en ningún momento que pudiera volver a Cataluña tras siete años en Bélgica para posteriormente volver a huir. Así se recoge en un informe de 24 páginas firmado por el comisario jefe, Eduard Sallent, que el cuerpo autonómico ha remitido al Tribunal Supremo (TS) y al que ha tenido acceso OKDIARIO.

Los Mossos exponen que «el escenario finalmente acaecido escapa a toda lógica racional o política según el contexto y la información disponibles» y que su huida no se contempló como una posibilidad. Además, desvelan todos los mandos que participaron tanto en el diseño como en la elaboración, aprobación y ejecución del dispositivo. Cualquier dispositivo policial, según los expertos, debe explorar todos los escenarios posibles.

En el documento, firmado por Sallent, y que servirá al Tribunal Supremo para dirimir si se cometió algún tipo de error a la hora de permitir a un prófugo de la justicia entrar y salir de España sin ser detenido, los Mossos relatan que «en ningún momento se valoró como posible o probable que el señor Puigdemont pudiera regresar a Cataluña y no tuviera la determinación de acceder al Parlament». «Que el señor Puigdemont regresara a España para después huir no se contempló como una posibilidad», prosigue.

El informe policial, solicitado por el juez instructor, Pablo Llarena, confirma la noticia avanzada en su momento por OKDIARIO de que los dos máximos responsables del cuerpo estaban preparados para proceder a la detención de Puigdemont de camino al Parlament. «Para garantizar el control de acceso se determinó que la puerta principal situada en el Passeig de Picasso, denominada como puerta 1, sería el lugar el cual deberían acceder las personas autorizadas a asistir al Parlament».

En esa puerta esperaban Eduard Sallent, comisario jefe, y su número dos, Montserrat Estruch, con un coche preparado para evacuar rápidamente al detenido Carles Puigdemont. Según el informe, «durante la noche se desplegaron en el interior del recinto del parque de la Ciutadella dos vehículos de seguridad ciudadana, dos equipos del Área Regional de Recursos Operativos y dos efectivos de la Comisaría General de Información».

«El objetivo vinculado al previsible retorno de Puigdemont no se alcanzó, dado que no se dispuso de la oportunidad policial de acceder a su detención», reconocen los Mossos, que añaden que en ningún momento se previó, teniendo en cuenta parámetros de razonabilidad y congruencia, que el retorno del expresidente sería meramente fugaz y no orientada a participar en el Pleno del Parlament, como había anunciado.

Además, los Mossos se confundieron en el modelo del vehículo en el que el ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, huyó del Passeig de Lluís Companys de Barcelona el 8 de agosto.  El informe indica que uno de los ocho agentes adscritos a la Comisaría General de Información «fue el único efectivo que observó visualmente lo sucedido», si bien se desplegaron unos 600 efectivos de Mossos d’Esquadra, de los cuales 40 pertenecían a la Comisaría General de Información.

Registro en el Parlament

El documento, fechado el 19 de agosto en las oficinas centrales de los Mossos en Sabadell, esgrime que «se activaron los recursos necesarios para inspeccionar el interior del Parlament y así descartar que el señor Puigdemont hubiera accedido previamente». No obstante, según reconocen acto seguido, el president del Parlament, Josep Rull, les impidió realizar dichas tareas preventivas. Durante esas horas previas, fuentes de la Policía autonómica esbozaban como opción que Puigdemont estuviera encerrado dentro la Cámara catalana desde días antes.

Primero solicitaron una comunicación por escrito por parte del comisario jefe de Mossos, después les indicaron que la comunicación debía hacerse llegar al presidente del Parlament, y finalmente les informaron de que no se podían hacer las requisas porque no había personal laboral adecuado. «No se pudieron llevar a cabo durante la tarde del 7 de agosto ya que los responsables del Parlament no facilitaron que se pudieran realizar», manifiesta el informe.