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Ministerio de Igualdad

El Ministerio de Montero: “Los hombres dan alcohol y drogas a las mujeres para aprovecharse de ellas”

El Ministerio de Igualdad de Irene Montero ha difundido un estudio titulado Noches seguras para todas en el que se asegura que las mujeres «viven de manera frecuente la invitación a alcohol y drogas por parte de los hombres con la intención de debilitarlas, vulnerarlas, manipularlas y aprovecharse de ellas».

La secretaria de Estado Noelia Vera se reunió la semana pasada con la Federación Mujeres Jóvenes, encargada de realizar el estudio y la elaboración posterior de un manual de sensibilización para jóvenes. Los documentos fueron financiados por el extinto Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social de la socialista María Luisa Carcedo y tuvieron un coste de 48.111 euros.

El alto cargo de Montero protagonizó el encuentro con la asociación para conocer el proyecto «Noches seguras» que, aseguran, «arroja luz sobre las violencias sexuales que las mujeres sufren en los contactos de ocio nocturno».

El manual afirma que los varones ejercen un «constante ejercicio de violencia sexual» sobre las mujeres cuando salen de fiesta. Esto tiene que ver, añaden, con la existencia de los roles de género, donde los hombres, en su papel de sujetos activos sexualmente, se dedican a reclamar incesantemente a las mujeres, a quienes les exigen que estén disponibles sexualmente cuando son requeridas por ellos.

«Sumisión química»

Además, el manual del Ministerio de Irene Montero acusa a los hombres de usar el alcohol o las drogas para intentar aprovecharse de las mujeres. «Todas las mujeres participantes en la investigación viven de manera frecuente la invitación a alcohol y drogas por parte de los hombres, señalando que lo hacen con la intención de debilitarlas, vulnerarlas, manipularlas y aprovecharse de ellas», recoge el estudio del departamento de Irene Montero, lo que denominan como «sumisión química oportunista».

En este sentido, sostienen que estas invitaciones conllevan claramente un intercambio sexual y, no sólo ven en ello una estrategia para conseguir un contacto sexual, sino «una actitud mercantilista y cosificante que las denigra». Esta situación aseguran que es muy habitual por parte de los hombres «que tienen dinero» quienes, «haciendo ostentación de ello, les invitan a botellas de alcohol, cachimbas, tabaco y a estar en el reservado bebiendo toda la noche». Tal y como afirman, los hombres reconocen hacer uso de la incitación al consumo de alcohol y drogas para acceder a las mujeres, ya que, según ellos, «la embriaguez las desinhibe incrementando su disponibilidad sexual».

El manual de más de 70 páginas recoge también la violencia que se ejerce sobre las mujeres cuando se usan estrategias tales como suministrar una «sustancia oculta a las mujeres con el objetivo de anular su capacidad de respuesta». También señalan la existencia del acoso grupal, ya que «el grupo (y cuanto más grande mejor) les da seguridad y refuerza su poder».

«Construcción patriarcal»

El estudio recomendado por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero afirma que la violencia sexual guarda una estrecha relación con la construcción del deseo sexual masculino y el patriarcado. «Su deseo se construye desde la infancia en el sistema patriarcal a partir tres elementos absolutamente dañinos: la ausencia de una educación sexual y emocional plena, la pornografía y la prostitución», asegura.

Según el documento, los hombres consumen cotidianamente pornografía y la consideran su principal fuente de educación sexual. «La cultura de la violación se nutre hoy de la pornografía machista y masivamente disponible en internet. Una pornografía que lo que hace es erotizar la violencia sexual. Erotizar el dolor de las mujeres», critica.

Así, afirman que existe una «deshumanización de las mujeres», a partir de la construcción patriarcal del deseo sexual masculino, y que ésta «es la antesala de la violencia sexual, donde los cuerpos cosificados de las mujeres se descuidan y maltratan».

Polémica campaña

El Ministerio de Irene Montero lanzó otra polémica campaña el pasado fin de semana. La iniciativa parecía señalar a los policías y calificarlos de racistas.

«Me han identificado por mi color de piel u otros rasgos físicos sin una razón objetiva», podía leerse en uno de los carteles de la campaña en los que se presuponía la existencia de estos casos. La campaña provocó la reacción inmediata de los sindicatos policiales que afearon la actitud del Ministerio de Montero.