El PSOE respalda en Baleares defender a los profesores separatistas de las «campañas centralistas»

Francina Armengol
La presidenta del Govern balear, Francina Armengol. (Foto: EFE)
Carlos Cuesta

El PSOE acaba de votar en Baleares a favor de la defensa de los profesores separatistas. Lo ha hecho en el Consell de Mallorca de la mano de todas las formaciones podemitas y contrarias a la Constitución y la unidad de España.

Allí, el Pleno del Consell de Mallorca ha firmado «rechazar sin reserva la campaña orquestada las últimas semanas contra el sistema educativo balear y contra el profesorado, por considerar que no tiene ni el más mínimo fundamento y que sólo persigue el objetivo de crispar artificialmente la opinión pública para conseguir una recentralización y un mayor control por parte de la Administración del Estado de lo que son competencias de las Islas Baleares en materia educativa desde hace 25 años».

El párrafo califica, así, como «campañas centralistas», «sin el más mínimo fundamento» y con el único objetivo de «crispar artificialmente» a las quejas de padres y profesores por el adoctrinamiento pancatalanistas en las escuelas. Un adoctrinamiento que, como adelantó OKDIARIO, ha llevado a los «coordinadores lingüísticos» a dar órdenes por WhatsApp a los profesores para que no hablen en castellano «si hay presencia de algún alumno».

O a las quejas de las mismas familias por ver como sus hijos, para poder aprobar un ejercicio de lengua, tenían que opinar sobre el siguiente párrafo: «Quiero ser rey, ser por cojones jefe del Estado; tenerlo todo hecho sólo por ser hijo de papá; […] nunca ser elegido, nunca ser votado […] estar rodeado de un puñado de lameculos, sudando infalibilidad como un cacique o un dictador […] pegar un polvo con la total seguridad de que el chiquillo tendrá el futuro encaminado», como ha ocurrido en el Instituto Público s’Arenal.

O a que en las reuniones con padres en los colegios, la dirección del centro pida a las familias comunicarse exclusivamente en catalán ante sus hijos, y, si no, pueden, que lo hagan «por señas», como ha ocurrido en el Colegio Público Ses Rotes Velles de Santa Ponça, no vaya a ser que hablen en castellano en algún momento de su vida.

Para los grupos políticos que han respaldado esta moción en el Consell, el resumen del sistema educativo que alberga estas prácticas y la orden oficial de impulsar «el catalán» en el modelo educativo es «que siempre se ha desarrollado de forma ejemplar y pacífica y sin generar ningún tipo de conflictividad social».

Y ello, aunque todos esos partidos saben perfectamente que todo viene precedido del acuerdo político de socialistas, podemitas y separatistas por el que se modificó la ley de normalización lingüística para asegurar que sea «efectivo el uso progresivo y normal» de la lengua catalana en el «ámbito oficial y administrativo». Un cambio dentro del cual los topónimos, por ejemplo, pasaban a tener como «única forma oficial la lengua catalana».
Todo ello, hay que recordar, con el voto a favor del mismo PSOE que asegura ahora ser el garante de la defensa constitucional en Madrid.

La explicación de los firmantes es aún más llamativa. Porque afirman en esta moción en concreto que «la nueva Ley Orgánica de Educación patrocinada desde el Gobierno de Madrid, de la mano del ministro Wert, la falta crónica de recursos de las escuelas, […] y el ataque sistemático a la lengua y cultura de nuestra tierra por parte de las sucesivas normativas tanto estatales como autonómicas o por campañas de acoso contra los directores y el profesorado de diversos centros educativos, con denuncias de supuestos episodios de discriminación o de adoctrinamiento de alumnos por razones políticas o lingüísticas, todas ellas sin el más mínimo fundamento, acabaron con la paciencia de la sociedad civil balear» hace ya cuatro años.

Pese a eso, afirman estos grupos políticos, «lamentablemente tenemos que volver a sufrir la orquestación de una nueva y artificial campaña de desprestigio dirigida contra el profesorado y contra los sistemas educativos de Cataluña, Valencia y las Islas Baleares. Una estrategia que viene acompañada de una demanda de recentralización y de una mayor fiscalización de las competencias educativas por parte de la Administración del Estado en aquellas comunidades que tienen lengua propia», todo ello, tras denominar sistemáticamente como «catalán» a la lengua balear, y nunca mallorquín. Y tras ligar expresamente el modelo educativo catalán al balear.

Los partidos, entre los que se encuentra el PSOE, pretenden, además, que esta moción se apruebe en los «Ayuntamientos de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera. Con ella queremos dejar claro a todos aquellos que quieren manipular y crispar la opinión pública en nombre de la supuesta ‘defensa de la libertad y la democracia’, que siempre se encontrarán en frente a toda la sociedad civil», cuestión, tan civil, que la hacen desde los partidos.
La citada moción sólo contó con el voto en contra de Ciudadanos. El PP decidió abstenerse.

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